crecer
Los estímulos de hoy
le ayudarán en
el futuro a desarrollar
mejor su potencial
intelectual
Tu voz, el mejor sonido
Hablar a los bebés desde el primer día es una fabulosa
manera no sólo de potenciar los vínculos afectivos, sino
también de ayudarles a favorecer su capacidad auditiva y
a conseguir un mejor desarrollo del lenguaje.
No creas que hablarle es absurdo porque él no entiende
las palabras. La voz de la madre le reconforta y
le tranquiliza, le hace estar atento y capta perfectamente el tono suave y dulce de su voz. Los arrumacos y
los mimos tienen un sonido inigualable que le transmiten
altas dosis de felicidad. A medida que vaya creciendo las
palabras que no entendía irán teniendo significado y los
lazos afectivos se irán estrechando. Así, poco a poco, le
estaremos ayudando a desarrollar mejor su capacidad de comprensión y su facultad de hablar.
Una buena técnica para practicar este tipo de estímulo
es mostrarle objetos que hagan ruido, como sonajeros o
cascabeles, por ejemplo. Cuando el bebé ya identifique el
sonido con el objeto, se puede hacer que éste suene sin
que él lo vea. En ese momento se podrá observar cómo
lo busca con la vista.
Pasado un tiempo, cuando ya sepa señalar, es muy recomendable decirle en voz alta el nombre correcto del
objeto que está indicando. Así estaremos ayudándole a
mejorar la riqueza de su vocabulario.
Olfato, vista, tacto…
Estos sentidos también están despiertos desde el primer
día. El recién nacido es capaz de distinguir el olor de su
madre, de preferir el sabor dulce de su leche y de relajarse al estar en contacto con la piel de sus padres.
A nivel visual, aunque la maduración completa no se
produce hasta los 6 meses, es muy recomendable que a
partir de las 6-8 semanas de vida, se vayan mostrando al
bebé objetos de cierto tamaño para que poco a poco
los siga con la vista. Con unos sencillos movimientos de
arriba a abajo y de derecha a izquierda el bebé va ejercitando los movimientos de los ojos y estimulando su
capacidad de concentración y de enfoque.
Los masajes son una de las mejores maneras de estimular
el sentido del tacto a la vez que se proporciona seguridad, tranquilidad y bienestar al bebé.
Los masajes también estimulan
el sentido del tacto y proporcionan
seguridad, tranquilidad y bienestar al bebé.
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