book Percy Jackson y La Maldicion del Titan | Page 140

—Ese chico sigue siendo un peligro —advirtió Dioniso—. La bestia constituye la tentación de un gran poder. Incluso si le perdonamos la vida al chico… —No —recorrí con la vista el semicírculo de los dioses—. Por favor, dejad con vida al taurofidio. Mi padre puede ocultarlo bajo el mar o conservarlo aquí, en el Olimpo, en un acuario. Pero tenéis que protegerlo. —¿Y por qué deberíamos confiar en ti? —intervino Hefesto con voz resonante. —Sólo tengo catorce años —dije—. Si la profecía habla de mí, aún faltan dos. —Dos años para que Cronos pueda engañarte —terció Atenea—. Pueden cambiar muchas cosas en dos años, mi joven héroe. —¡Madre! —gritó Annabeth, exasperada. —Es sólo la verdad, niña. Es una mala estrategia mantener vivo al animal. O al chico. Mi padre se incorporó. —No permitiré que sea destruida una criatura del mar, siempre que pueda evitarlo. Y puedo evitarlo. — Extendió una mano y apareció un tridente en ella. Un mango de bronce de seis metros rematado con tres puntas aguzadas en las que reverberaba una luz azulada—. Yo respondo del chico y de la seguridad del taurofidio. —¡No te lo llevarás al fondo del mar! —Zeus se levantó de golpe—. No voy a dejar en tu poder semejante baza. —¡Hermano, por favor! —suspiró Poseidón. El rayo maestro de Zeus apareció en su mano: un mástil de electricidad que inundó la estancia de olor a ozono. —Muy bien —dijo Poseidón—. Construiré aquí un acuario para la criatura. Hefesto puede echarme una mano. Aquí estará a salvo. La protegeremos con todos nuestros poderes. El chico no nos traicionará. Respondo de ello con mi honor. Zeus reflexionó. —¿Todos a favor? Para mi sorpresa, se alzaron muchas manos. Dioniso se abstuvo. También Ares y Atenea. Pero los demás… —Hay mayoría —decretó Zeus—. Así pues, ya que no vamos a destruir a estos héroes… me figuro que deberíamos honrarlos. ¡Que dé comie ????6V?V'&6?;6?G&?V?f??????W??7FV??2f?W7F2??&??W2?F?&?:???2f?W7F2???7G'V????VVv?W7L:??2f?W7F2??:???62?6???wV?fW?F?V?W2?66?;6?FRV?Vv?"?\:?FFR6?????:???6???2?VWfR?W626R?7W&?FR??;?6?6??GfW'L:?VR6??&??VRL;?VW,:?2VR6??&???0?F??6W2?:??6?:6?6???2?;7fV?W26V?F??6W2???????VR?W2WFV6?W&?F?F?V?V?6??&?F?6???&?6??F?67W6???W2??V?V2&6?&?"FRV?6?&?<;6??WF?6???W2&VR7V&?W&?V??f??V?V???F????6??&FR\:?&??:7&V?F?FR??FVW7F?2FR&Vg&W66?2?6?V?&RFV?'&??FRV??V?W ??W?wV?7RW7?6&?F????f\:?6??FV?F??"&??W&fW???,:?gVV?FW2FR?&?FR?2VP???&??:?7F"??'&?<:???F?&?:??&?FV?2&W?WF2FR6? :?2&??'F?W2??26?2F?&F0?6R??V?&?FR?&V&?FVRVW,:?2?w&?fW"G&?F&?"??:?6??V??F?&W?WF?FR?F2?V?6???F2???6??V?6???V?FR6l:???7V??R7W7W'&&V???G&fW?? *?*? *?+??6???6?gVW6RV??6???W&?????2F??6W26R6W&6&?fV?6?F&?R??"f?'GV??6R?,:??&VGV6?F?W7FGW&?V??&???F ??6?FV?F???2??f?FF?2??W&?W26RW6?6?&?"6???v???6R??f\:?F??Vw&RVR?R&W7V?F&???'&?&?R?W'7V7F?fFR6??F&?R???7W'&?F?6??V??V??2ff?&?F?FR7W2????2?W2FV6?"??V?R?W&???FW2FRVRVF?W&&?&?RFRf??"?&V6?&?;2V????FV?7R6GV6V??;7f???6R?V?;2??????RF???VR?L:?6??GV6?"7R6'&?6??"7V?F?V?6?W&??VR6??R?<:??f?FV?0??V66???W2FRF?&??&6?( `???