El psicólogo ante la trata de personas
Mariana Ivone Ortíz Basurto
La esclavitud y la trata de blancas como anteriormente se le definió, han persistido a lo largo de la historia, y hoy en día es un problema a nivel internacional; este término fue adoptado oficialmente por las Naciones Unidas y por las Agencias Internacionales. El Protocolo de Palermo (Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas), es el principal instrumento de carácter Internacional contra la trata de personas y fue ratificado por México en el año 2003, en este se define a la trata de personas como:
“la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos” (Art. 3, Definiciones, inciso a).
Actualmente la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos (Última reforma publicada D.O.F. 19-03-2014) es la normatividad que rige y establece los lineamientos, su finalidad es la de prevenir y sancionar la trata, proteger y asistir a las víctimas, así como reparar el daño; es importante citar que la inmersión del psicólogo dentro de este tema, se encuentra establecida en esta Ley, su actuar será fundamental y necesaria no solo en la atención a la víctima, su contribución también se centrará en la realización de estudios para la prevención de los delitos tipificados en esta Ley.
Los estudios de casos de trata de personas tendrán que ser analizados de manera muy particular ya que varían de acuerdo a distintos factores: como lugar de origen y de destino, perfiles o características de las víctimas y las finalidades de explotación; sin embargo, la violencia, la opresión, el abuso de poder, la manipulación y el temor son elementos presentes en todas las circunstancias.
La explotación sexual es la primera modalidad de trata de personas en México, posteriormente la trata para trabajos forzados, la venta de niños y el trabajo forzado en actividades ilícitas, en muchas ocasiones dicho fenómeno se encuentra vinculado a los flujos migratorios, la pobreza y la delincuencia organizada.
La trata de personas en nuestro país es un delito de alto impacto seguido del tráfico de armas y narcotráfico, su estudio requiere un abordaje multidisciplinario, no solo en la sanción y prevención; requiere un seguimiento en la protección, atención y asistencia de las víctimas, de ahí de la importancia de una atención integral. Al ser un problema global las soluciones deben de implementarse a nivel internacional y local.
Será deber del Estado el brindar los servicios necesarios a la víctima, con la finalidad de que se logre una reparación total del daño. El trabajo del psicólogo con las víctimas será pieza angular en todo el proceso, que va desde el acompañamiento en el proceso de la denuncia, a través de la escucha activa y la empatía, reconociendo en todo momento la situación extrema de vulnerabilidad en la que se encuentran. En todos los casos, las víctimas deberán someterse a sesiones terapéuticas hasta su recuperación e inmersión al contexto social.
Finalmente, es importante mencionar que el actuar del psicólogo, es fundamental no solo en la atención de las víctimas sino en la prevención, se requiere no solo más investigaciones al respecto, donde se dé un seguimiento al tratamiento de la “víctima”, sino también estudios con una mirada hacia el porqué de este delito en un campo de la psicología en criminología.
Hablar de “Trata de personas” es adentrarnos a un tema extremadamente complejo; ya que en este se encuentran inmersos más vertientes y para su estudio nos tendríamos que detener a hablar de migración, explotación, mercantilización, prostitución, pornografía, turismo sexual, tráfico con fines sexuales, delincuencia organizada, entre muchos otros.
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