"Lutero discernió el tiempo de la transición de paradigmas socioespirituales de un estado de oscurantismo hacia un nuevo amanecer,"
Tras un par de años de inserción religiosa y reflexión espiritual, la ascendente carrera ministerial de Lutero, se coronaba, en 1512, con la obtención de un doctorado en teología en la Universidad de Wittenberg. Abriéndose las puertas para que además se integrara como profesor de la misma, y propagara a muchos de sus estudiantes un sin número de ideas entorno a la posterior era de reforma.
Lutero discernió que el tiempo de la transición de paradigmas socioespirituales de un estado de oscurantismo hacia un nuevo amanecer,
El sonido del martillazo en Wittenberg, un 31 de octubre de 1517, fue el sonido de la voz de una generación que se situó en las puertas de un nuevo tiempo, en el cual las 95 tesis preparadas por el profesor Lutero, fueron parte de un cúmulo de reflexiones
que venían proclamándose con anterioridad, con ejemplos de excomunión católica en personajes como John Wyclif o Juan Hus. A partir del anterior hito, la difusión de las 95 tesis abrió un proceso de examinación y reforma para la Iglesia Romana, a cada uno de los cristianos comprometidos, y además, alentó la observación minuciosa de las estructuras teológicas y políticas que sostenían la cultura europea. Como lo analiza Atkinson, el horizonte de Lutero fue más amplio que el aula de clase. Criticó a los monjes y las corrupciones de la Iglesia, los escándalos de las indulgencias, las peleas financieras entre príncipes y prelados, en resumen, todos los males de la época, proponiendo una vuelta a revisitar los parámetros de las Escrituras.
Las propuestas reformistas de Lutero y del movimiento de Reforma que emerge de sus lomos, no sólo quedó en la síntesis de las famosas 5 Solas, sino que abarcó el desarrollo de múltiples modelos para la organización eclesiástica, la elección de los pastores, , el orden litúrgico, la eliminación teológica de la aristocracia monástica la igualdad religiosa de la comunidad, y la libertad en tanto la similitud de derechos delante de Dios,
Lutero falleció el 18 de febrero de 1546, pero continúa vigente su legado quinientos años después. La nube de testigos sigue dando testimonio de aquellos que taparon bocas de leones, conquistaron reinos, o dieron martillazos de Reforma para volver a las generaciones a aquel que es la Fuente inagotable.
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