BOLETÍN N°36 DE LA SACRAMENTAL DE SANTA MARTA. LOS MOLARES. 2019 BOLETÍN 36 | Page 18
Santísimo Sacramento y Santa Marta - 2019
18
de la Patrona. Su cuerpo, alma y corazón explotaron de gozo y alegría. Su respuesta fue
inmediata...“es mi sueño y sería un honor ser sus pies y así recorrer las calles de Los Molares,
para que los molareños disfruten de su Imagen con su esplendor y belleza”.
Desde entonces me siento orgulloso y un verdadero privilegiado por ser uno de sus
hermanos costaleros.
De un molareño orgulloso de su gente y de su pueblo.
AL FLORISTA DE LA PATRONA
Mi padre dice que será el último año, pero es algo que repite todos los años. Le entiendo
porque es mucho trabajo y aunque en algo podamos ayudarle, ya no es como antes.
Comienza julio y el primer día ya me pregunta por los cultos, por las reuniones, por las
decisiones que haya tenido la Agrupación para el adorno floral. Cada año quiere hacerlo
diferente. Tras preguntarme qué día se hará el montaje y la hora, él coge papel y boli y dibuja el
Altar. Organiza a modo de boceto y trazos ligeros cómo pretende hacerlo. Y una vez preparado
calcula la cantidad de flores que hay que encargar.
Desde pequeños íbamos toda la familia a preparar los centros de flores a la iglesia. Siempre
lo hacíamos a la noche, después de la cena y después de que
mi padre cerrara la tienda. Nos quedábamos hasta altas
horas de la noche pero todo tenía que quedar recogido y
engalanado porque en pocas horas, al repique de campanas
y los primeros cohetes, se abrían las puertas de la Iglesia para
dar comienzo a la Novena. Nunca ha pretendido ser el mejor
ni el más perfeccionista, solo hacer bien su trabajo; y hacerlo
con ganas, con ilusión y devoción. Nunca ha esperado
agradecimientos de nadie, aunque cada año quienes asisten
les dan la enhorabuena.
Se va a dormir y cuando termina julio descansa con la
satisfacción de que su Patrona le ha dado de nuevo la
oportunidad de hacerle honores con sus flores. Y eso es lo
que yo le pido, que quizás sea el último año, pero que si lo es,
sea también como el primero de muchos que queden.
Podría contar más en estas líneas pero lo que cuente será para el último año, y ese nunca
llegará. Si no es aquí, será en el cielo donde una rosa o una vara de nardo le ponga engalanando
porque aquí y allí siempre será el florista de Santa Marta.
Gracias Antonio, gracias Papá.
EN ETERNO AGRADECIMIENTO DE LA AGRUPACIÓN POR TANTOS AÑOS DE DEVOCIÓN,
ENTREGA Y FIDELIDAD A NUESTRO FLORISTA, ANTONIO.