nario para la articulación de actores colectivos que se encuentran en
apuestas y propósitos comunes desde distintas estrategias.
Situados en la dinámica social y educativa actual, en la que se han
sobresaturado las referencias y estudios acerca de los efectos nefastos de la instalación del proyecto político neoliberal en los países
de la región, podemos afirmar que las movilizaciones sociales por
la educación y la pedagogía, son necesarias y urgentes para resistir
y superar el imperio de las decisiones del mercado como referente
educativo.
En el sector educativo, las movilizaciones requieren ser pensadas
desde otra racionalidad y direccionalidad que complementen y superen los actos contestatarios y se orienten a defender la educación como
derecho humano inmanente y obligatorio para todos los sujetos sin
exclusiones, y como responsabilidad pública de los Estados. Para Zizek
(2004),