Boletin #1, movilizaciones Oct. 2014 | Page 10

10 nación y resistencia a los modos como el modelo capitalista se ha instalado en la educación, expresiones múltiples que se manifiestan en los motivos que las convocan y en las modalidades de acción. Retomando los planteamientos de Santos (2005) y situados en el contexto de las movilizaciones sociales por la educación, diríamos que nos encontramos frente a acciones de resistencia locales que logran difundirse globalmente o que se globalizan (localismos globalizados). Al mismo tiempo, frente a movilizaciones y acciones colectivas de escala mundial que tienen efectos en los escenarios locales (globalismo localizado) (Martínez 2011). Movilizarse hoy en América Latina no es un deseo, ni una opción, es una necesidad y una exigencia para construir alternatividades, las movilizaciones son semillas de transformación y devenir, son esperanza y condición de posibilidad para trazar otros mapas, otras rutas, otros modos de pensar y actuar con otros; posibilidad para provocar encuentros y convergencias, para revertir el pensamiento único, para trazar otros proyectos diversos y múltiples. Si bien, como expresa ZizeK (2004) en su texto Revolución blanda, se reconoce la temporal futilidad de la lucha, y en este momento del capitalismo global no es posible una verdadera resistencia; es claro que todo lo que queda por hacer mientras se renuevan y reinstalan otras formas de acción colectiva y otras formas de organización de la clase trabajadora, lo que queda es defen- movilizaciones der los vestigios del Estado de Bienestar. En ese sentido, no es osado pensar en alternatividades al modelo hegemónico y en esa tarea y responsabilidad se ubican las movilizaciones sociales por la educación. El nuevo milenio y en particular en la última década, se da cuenta de una multiplicidad de movilizaciones. América Latina es un continente que se moviliza en señal de su reacción y rechazo a las políticas sociales en su conjunto; la conflictividad en los países de la región “no es ajena a otra serie de procesos asociados con la profundización de la crisis económica (recesión, desocupación, pobreza, desinversión pública, etc.) y la inestabilidad política de los gobiernos, la redefinición de las condiciones internacionales y locales para el desarrollo y conocimiento sustentable de las economías y sociedades latinoamericanas y los procesos de pauperización, desigualdad y exclusión social que las aquejan”. (Gentili, 2005: p. 109) Caben aquí las voces de Eduardo Galeano cuando expresa que: En América Latina, son una peligrosa especie en expansión: las organizaciones de los sin tierra y los sin techo, los sin trabajo, los sin; los grupos que trabajan por los derechos humanos; los pañuelos blancos de las madres y de las abuelas enemigas de la impunidad del poder; los movimientos que agrupan a los vecinos de los barrios; los frentes ciudadanos que pelean por los precios justos y productos sanos; los que luchan contra la  discriminación racial y sexual, contra el machismo y contra la explotación de los niños; los ecologis- Boletín del Observatorio de Acciones Colectivas por la Educación y la Pedagogía en Colombia - OACEP