Boletin #1, movilizaciones Oct. 2014 | Page 82

82 movilizaciones estudio, es que cualquiera que sea la naturaleza de los movimientos sociales, su análisis requiere complementarse con una mirada situada en los desarrollos conceptuales, empíricos locales y de los países de la región, para que se pueda ilustrar con propiedad la especificidad de la problemática y el fenómeno del movimiento o movilización. En todos los casos es recomendable utilizar dichos marcos como caja de herramientas para poder definir los pertinentes a cada situación. La noción de “acción colectiva”, categoría y objeto central del Observatorio, requiere entenderse como concepto histórico, dinámico, polisémico y relacional; es decir, que solo puede ser pensado como producto de unas configuraciones espacio-temporales específicas. Por ello, hacer una genealogía política de las acciones colectivas, en cualquiera de las modalidades de estudio definidas por el OACEP: 1) manifestaciones; 2) movilizaciones; 3) movimientos sociales por la educación y la pedagogía y 4) experiencias pedagógicas de resistencia y transformación socioeducativa, exige reconocer las condiciones de emergencia y devenir, para poder comprender los modos como se han venido configurando las formas organizativas y los modos de expresión de las luchas. Exige también develar las consistencias socio-históricas del régimen político colombiano y desentrañar los dispositivos que reactualizan y dan vigencia al escenario donde hoy se circunscriben las acciones colectivas por la educación. A su vez, la forma como se asume la categoría de “movilizaciones por la educación”, que no se reduce al escenario micropolítico de la escuela, ni al sindicato como el actor clásico que la expresa, también supera su referencia a un repertorio más de las acciones colectivas. Busca posicionarse como el conjunto de procesos organizativos y estrategias de participación y acción conjunta que la comunidad educativa, los grupos organizados y la sociedad en general, realiza a través de una diversidad de formas de acción que en algunos casos van más allá de los escenarios y mecanismos de participación formales y se arriesgan a defender o proponer asuntos de interés público. Acciones que muchas veces superan su consideración como un “simple recurso” o “medio de presión” para el logro de fines inmediatos. En este caso, y como ya hemos afirmado, las movilizaciones sociales por la educación se ubican en la perspectiva de los nuevos movi- Boletín del Observatorio de Acciones Colectivas por la Educación y la Pedagogía en Colombia - OACEP