Boletin #1, movilizaciones Oct. 2014 | Page 80

80 Colombia cuenta de una diversidad de formas de acción colectiva, de movimientos y movilizaciones por la educación: tradicionales, emergentes, inéditas y alternativas, que confluyen en propósitos comunes: las luchas por una educación como derecho, pública, gratuita, obligatoria; por el reconocimiento del maestro como profesional de la educación y como sujeto productor de saber, entre otros. Al hacer visibles los actores, motivos y repertorios de acción colectiva y al producir conocimiento sobre sus resultados, se contribuye a su articulación, difusión y al análisis de las condiciones de posibilidad que se generan desde estos fenómenos. También se hace visible que, mientras por un lado se promulga la necesidad de actuar colectivamente, por otro, no se generan condiciones para este fin, no hay procesos sistemáticos de formación de actores colectivos o para la acción colectiva, ni se aprende de las experiencias vividas, tampoco se realiza un acumulado histórico que sirva de aprendizaje para nuevas acciones. Dos casos concretos ilustran esta situación, el primero, las dificultades del magisterio colombiano para alcanzar la formulación del Estatuto Docente Único a pesar de los 10 años de movilizaciones; el segundo, la emergencia del movimiento estudiantil y las posibilidades que se tienen de contribuir a la construcción de una Ley de Educación Superior que responda a las reales necesidades del sector educativo colombiano. Oportunidad política creada pero que no se ha logrado canalizar en virtud de alcanzar una movilizaciones real incidencia en la formulación de política pública, casos que ameritan ser estudiados en sus diferentes dimensiones. En este marco, y retomando algunas razones específicas que fundamentaron la creación del OACEP, se reitera la necesidad de contar con un sistema de registro y monitoreo que permita reconocer las acciones colectivas y luchas históricas que ha adelantado el magisterio colombiano, el movimiento estudiantil y otros actores y organizaciones que se interesan en los asuntos educativos. Reconocerlas para historiarlas, producir conocimiento sobre estas, retomar las lecciones aprendidas e incorporarlas a nuevas acciones. Necesidad que también se explica por la trayectoria del movimiento pedagógico en Colombia, en sus múltiples expresiones, hechos que dan cuenta de una tradición de colectivización de los educadores (grupos, redes, colectivos, movimientos, entre otras formas organizativas), que merecen ser historiadas y reconocidas para su visibilización y fortalecimiento. A estos avances se suma el reconocimiento que merecen los movimientos estudiantiles, las alianzas, coaliciones y otras formas organizativas y movilizaciones emergentes lideradas especialmente por jóvenes, buena parte de por estudiantes universitarios que están surgiendo a nivel global y que confluyen en la creación de nuevos repertorios pacifistas, no violentos y proactivos, orientados a la crítica del modelo económico y a la generación de propuestas alternativas, expresiones que avizoran la con- Boletín del Observatorio de Acciones Colectivas por la Educación y la Pedagogía en Colombia - OACEP