de las reformas debilita el papel del Estado nacional como centro de
decisión; también, ha reterritorializado la significación de conceptos
y prácticas educativas bajo la absorción semántica de los mismos, un
ejemplo claro ha sido la noción de reforma educativa, que en el caso
colombiano se han convertido en verdaderas contrarreformas.
Dicha conflictividad se entrecruza con la presencia de discursos
y prácticas educativas y pedagógicas alternativas que vienen gestándose en escenarios no solo legítimos, sino también estratégicos en la
construcción de lo político y de las políticas, espacios de conflictividad y de luchas de poder en los se disputa “la construcción de los
proyectos de sociedad deseados” (Lechner,1986) y que pasan por el
reconocimiento de que es posible construir otros escenarios, otros
procesos y proyectos educativos con sujetos políticos comprometidos. Apuestas que necesariamente van más allá de la definición de
los clásicos actores de la política; esto es, el Estado, los partidos políticos, los grupos de presión, quienes tradicionalmente han desarrollado la llamada actividad política (Cerroni, 2004). En el caso que
nos ocupa, nos referimos a actores educativos que deciden y asumen
organizarse para adelantar acciones colectivas orientadas a construir
alternatividades a las políticas educativas que se consideran lesivas
para el sector.
Ya señalamos que en la última década han emergido en América
Latina escenarios de confluencia de colectividades como el Foro
Social Mundial y Foro Mundial de Educación desde los que surgen
proyectos colectivos orientados por las proclamas: “otro mundo es
posible, otra educación es posible”. ¿Cuánto tardaremos en llegar?
ese es el desafío. Aquí, se reconoce la imperante necesidad de contribuir, desde las educaciones y en general desde distintos escenarios,
a potenciar la capacidad de acción colectiva de los actores sociales
y de contribuir a la constitución de subjetividades políticas críticas y
proactivas que contribuyan a construir las propuestas alternativas. Si
bien esta afirmación extrapola la ubicación del problema en el tema
central que nos ocupa, es claro que pone en escena los vacíos en la
precariedad de la construcción de propuestas alternativas e materia
educativa y en la sostenibilidad de las mismas.
BOLETÍN N° 1 - OACEP
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