americano de Políticas Públicas (FLAPE), la movilización social
por la educación -mesa de Bogotá, el movimiento expedicionario,
algunos colectivos de estudiantes y maestros universitarios y las
cooperativas magisteriales.
La génesis de la movilización se remonta a fecha de la expedición
del Decreto 1278 de 2002, estatuto de profesionalización docente.
Para todos es sabido que esta normatividad se impuso, no se consultó
con los sujetos de la política, responde solamente a una racionalidad
económica y dista mucho de alcanzar propósitos de cualificación del
sistema educativo y de incentivar el ejercicio de la profesión. Es una
política de gobierno arbitraria y perjudicial, que atenta y afecta notoriamente la dignidad de los educadores.
La vigencia de dos estatutos docentes es lesiva en todos los órdenes: social, político y jurídico. De ninguna manera es conveniente
que para una misma profesión, existan dos decretos que la regulen, si
bien no es posible eliminar la idea de un escalafón docente, es imperioso ubicar los esfuerzos en que exista una única forma de regulación. La realidad actual, además de subvalorar la profesión, la está
agrietando en sus vínculos y articulaciones vitales: la de la integralidad del gremio.
Lamentablemente, y a pesar de los casi 10 años de movilización social por la construcción de un Estatuto Único de la Profesión
Docente en Colombia (EUPD), desde diciembre del 2002, no ha sido
posible su aprobación. Hoy el magisterio se mantiene en la encrucijada de contar con dos marcos de regulación para el ejercicio de una
única profesión.
La trayectoria de la movilización
Como resultado de la movilización se vienen adelantando acciones
colectivas que superan su carácter contestatario y reivindicativo. Para
fundamentar las propuestas alternativas, se han realizado una multiplicidad de repertorios de acción colectiva que incluyen eventos y
acciones académicas, orientadas a la reflexión sobre el maestro, la
profesión docente y la defensa de la pedagogía como disciplina fundante de la formación docente.
BOLETÍN N° 1 - OACEP
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