estructura que ordena diferentes elementos, en este caso, sensaciones. En otras palabras, los
elementos sensoriales pueden ser los mismos para dos personas pero ambas pueden ordenarlos de
manera distinta en su mente lo que significa que los mismos elementos ocupan lugares diferentes en
la mente de cada uno: en suma, ambas tienen percepciones distintas del mismo elemento o proceso.
Pero lo interesante es intentar llegar más allá y preguntarse porqué dos personas ordenan de manera
diferente sus sensaciones, es decir, porqué tienen percepciones diferentes del mismo fenómeno. Una
posible respuesta es la información que cada uno maneja y que se pone en juego en el sistema. Una
información que proviene de los genes, de la biografía y de la experiencia social de cada uno. Otra
respuesta es más simple: es un fenómeno que, simplemente, ocurre. Especialmente lo vivo, tiene la
capacidad de autoestructurarse para mantenerse a sí mismo. Lo que Maturana llama autopsiéis. ¿Y
porque? Quizás simplemente porque tiene deseos de hacerlo. Es evidente que si desintegramos un
motor y ponemos todas sus piezas en una mesa, éstas no tienen ningún deseo de armarse, de
estructurarse en un motor. La materia viva puede tenerlo. Y el ser humano, especialmente. Trataremos
de describir, a partir de estos elementos básicos, cómo se desarrolla el aprendizaje, cual es la
naturaleza de este proceso. Para lograr una primera aproximación recurriremos a tres conceptos que
parecen ser los más poderosos para su comprensión: el concepto de equilibración aportado por Jean
Piaget y el concepto de asimilación y de acomodación (ver Gruber y Voneche, 1977). Es necesario no
perder jamás de vista que esos conceptos fueron elaborados en el marco de una teoría de la
inteligencia. Cuando Piaget utiliza esos conceptos, lo hace para dar cuenta del proceso por el cual se
transforma un tipo particular de estructuras cognitivas que son los esquemas operatorios o los modos
de funcionamiento o capacidades cognitivas. Pero, estos mismos conceptos, ese mismo marco teórico,
puede usarse para dar cuenta del proceso de transformación 8 de otros tipos de estructuras cognitivas
que los sicólogos llaman representaciones proposicionales; estas no son capacidades cognitivas sino
que son representaciones que tienen un contenido (representación “de alguna cosa”), que implican
una interpretación de la realidad y que se expresan con el lenguaje. La equilibración De acuerdo con
Piaget, la inteligencia es una forma de adaptación del individuo a su entorno. Se trata de un fenómeno
dinámico que se desarrolla a través de múltiples interacciones entre el sujeto y su medio. Además,
este desarrollo tiene siempre una finalidad: la búsqueda constante de una adaptación o de un equilibrio
nuevo. En otras palabras, en su relación con el medio, cada sujeto se enfrenta constantemente ante
la necesidad de enfrentar situaciones nuevas que desequilibran su relación; en ese sentido, se puede
afirmar que la inteligencia es la búsqueda permanente del equilibrio entre el sujeto y su medio. Ese es
el proceso de equilibración. La asimilación La asimilación es el proceso por el cual un objeto nuevo,
una información nueva, es incorporada en una estructura cognitiva de acogida pre-existente; dicha
estructura es movilizada en la situación de confrontación y se transforma una vez que se produce la
incorporación de la nueva información. Lo importante de destacar aquí es el hecho de que una
información nueva sólo puede ser asimilada por el sujeto si ella puede ser “enganchada” a una
estructura de acogida. Si dicha estructura no existe, la nueva información carece de sentido para el
sujeto y por lo tanto no es asimilada. Finalmente, una vez asimilada la información, ésta producirá una
modificación en la estructura cognitiva de origen; en otras palabras, la estructura se acomodará. La
acomodación Podemos identificar tres aspectos esenciales en el proceso de acomodación. En primer
lugar, para que la estructura cognitiva de origen cambie, la información que ingresó tiene que ser capaz
de movilizarla, debe ser capaz de enganchar en ella; es decir, debe ser compatible con dicha estructura
y de encontrar sentido en ella. En segundo lugar, una vez asimilada en la estructura cognitiva de
acogida, la información se transforma progresivamente. En el sujeto operan mecanismos de selección
y de organización de la información; se trata de la necesidad de darle coherencia y sentido. Este
proceso de transformación de la información se traducirá, de esa manera, en una transformación
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