BITACORA REVISTA | Page 4

puesta en el horizonte y el futuro donde soñaban con que su familia cada día se consolidara en ese centro de amor y apoyo incondicional, pues su sueño mayor se centraba en que ambos trabajaran económico y que su sustento fuese mejor, para brindarle a sus hijos bienestar en todo el sentido de la palabra, como pobre nunca nos faltó nada, siempre buscaron brindarnos educación de calidad, pues el legado que me dejo mi padre fue “mija estudie para que sea alguien en la vida”. Mi niñez transcurrió en un ir y venir de experiencias, siempre me caracterice por ser una niña líder, inteligente a nivel académico era de Fue así como pase de la primaria a la secundaria, de manera desapercibida mi cuerpo y mi mente se fueron transformando y de la niña juguetona, que amaba los cuentos infantiles, el baile y los dibujos, solo quedaban algunos recuerdos, la adolescencia fue ese hito que marco mi historia para siempre, cuando tenía 14 años un las que ocupaba el cuadro de honor, poco a poco con mis logros me fui suceso repentino marco el destino y rompió ese paradigma de familia convirtiendo en el orgullo de mi familia, sobre todo de mi padre, quien me elogiaba y estimulaba mi nuclear, el conflicto armado me proceso de crecimiento y desarrollo, aunque nunca fue tan hubiera pensado, siempre me imagine poder vivir muchos años al lado de mi familia, pero no somos afectuoso o cariñoso como yo soñaba, pues no tengo en mi recuerdo un abrazo fraternal o un arrebato a mi padre de la manera más vil y poco humana que yo jamás dueños del destino, ya que lo que habíamos construido durante beso de despedida para la escuela, yo guardo en mi corazón otros tantos años alguien por una decisión ajena y arbitraria apago la luz y la recuerdos que en ocasiones me dejan un sin sabor de querer devolver el tiempo y no vida de uno de los miembros más desperdiciar ni un solo instante de la compañía de ese gran hombre. importantes de la familia, hoy evoco un recuerdo traumático que aunque han pasado 11 años, me traen recuerdos dolorosos y aunque mi duelo fue tardío es inevitable no