entrar por urgencias para que fuese atendida, puesto que
como su proceso de gestación estaba pasado de tiempo y ya
estaba arrojando líquido amniótico temían por la vida de la
bebe.
Fue así como tomaron un bus con un trayecto largo primero los
llevaba hasta el municipio de ceja, de ahí tomar otro de que los
condujera a Rionegro, al llegar a la puerta principal de la
“clínica Somer” y con el solo hecho de decir que hacia parte
del régimen subsidiado, la señora le manifestó que no estaban
atendiendo con este tipo de afiliación, por ello cabizbajos
salieron, eran la réplica exacta del pesebre de navidad, Laura
era María, Yohan era San Jose y la mamá de Laura era el
burrito. Pronto encontraron morada en el Hospital regional,
donde fue atendida. Nada en raro en Colombia el sistema
estaba colapsado y la atención era lenta, por ello le fue
asignada la atención a las 3 de la mañana del 4 de julio de 2012,
su parto fue inducido con un medicamento que la volvió casi
loca, el dolor era insoportable, las contracciones cada vez más
seguidas, pero la dilatación era la misma, gracias a Dios contaba
con el apoyo de su novio y padre de la niña, se su mamá y de
otros familiares, quienes siempre estuvieron atentos a todo su
proceso, pasaron 15 horas conectada a la máquina que
suministraba el medicamento, acostada, soportando las
dolencias que emerge un parto cuando de pronto una luz al
final del túnel se dejó traslucir, siendo las 5 30 p.m nace una
hermosa niña, desde ese instante la atención fue solo para ella,
al verla sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, la
contemplaba y admiraba su belleza.
Al llevarla a la sala de espera para que la familia la conociera
todos estaban muy felices, aún más el papá quien de inmediato
quiso cargarla, pero al ser inexperto sus manos se llenaron de
nervios y de una sensación que aún no logra describir. Contar
con el apoyo del padre fue algo muy gratificante y significativo