BIOFÍSICA EN CIENCIAS DE LA SALUD, CURRÍCULO CON RESULTADOS DE APREND | Page 88
eléctricas. Se elimina la repulsión y se activa la misiona que a partir de
ese momento se identifica como adenosintrifosfatasa obligando al ATP a
contraerse y provocando el deslizamiento de los filamentos gruesos y a la
disminución de la longitud del sarcómero.
Se hidroliza el ATP y se fracciona a ADP (Adenosindifosfato) y en
un radical fosfato con una liberación de 11.000 cal/mol. Esta energía
química es transformada en mecánica para dar lugar a la contracción
muscular. El calor que se disipa durante la contracción ayuda a que el
ADP resintesís el ATP.
Cuando se acortan los puentes, las moléculas de ATP se acercan a
la misiona y la hidrolizan, esto da lugar a la ruptura de los puentes y a la
recuperación de su posición primitiva. El ATP, regenerado por el fosfato
de creatina, aparece tenso e inclinado para reiniciar el proceso en
presencia
del
Ca+.
Este
proceso
de
contracción
no
progresa
indefinidamente, pues al cabo de un tiempo relativamente pequeño, el
Ca+ es reabsorbido por el retículo sarcoplasmático y en músculo entra en
estado de relajación.
La
duración
del
impulso
es
de
aproximadamente
1
ms
(milisegundo) y afecta a una porción pequeña del músculo; la acción
gradual, total y sin interrupciones se debe a una integración espacial y
temporal de las fibrillas.
El impulso nervioso da lugar a una variación del potencial que
provoca la contracción de la unidad motora y en consecuencia una fuerza
interna. Esa fuerza se mantiene mientras el Ca+ no sea reabsorbido y
desaparezcan los puentes. La fuerza externa comienza más tarde e
incluso alcanza su valor cuando la unidad motora no ejerce fuerza alguna.
La acción final llega con retraso respecto a la fuerza original. Este
comportamiento se debe a las características elásticas del músculo.
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