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asociada con la causa de muerte en la autopsia. El hallazgo de lesiones ateroscleróticas para sospechar los factores de riesgo estaban limitadas a las características de la poblaron de la cual se estudiaban las autopsias. Estudios longitudinales epidemiológicos, mostraron que la mayoría de los factores de riesgo para enfermedad coronaria, también se asocian a aterosclerosis en el adulto joven. Estaba poco descrita la relación entre concentración de lípidos séricos en sujetos con lesiones arteriales en personas jóvenes (excepto por reportes de aterosclerosis avanzada en personas jóvenes con hipercolesterolemia familiar homocigota) hasta que el Bogalusa Heart Study fue publicado, estos reportes demostraron relación positiva entre colesterol total y LDL en relación a placas grasas de la aorta y entre colesterol total LDL y VLDL y placas grasas en la arteria coronaria (3), también descrito por el PDAY Research Group en 1985, y por Fernández-Britto y cols. PBDAY 1986 (1).

En cuanto a las lesiones de aterosclerosis descritas en edades tempranas, la lesión gelatinosa se observa en las arterias de los niños, sobre todo en los miembros inferiores y en la aorta. Se caracteriza por la concentración de un fluido rico en proteoglicános y glucosaminglicános, en forma de un pequeño habón; estas lesiones son muy pequeñas y suelen desaparecer y es raro encontrarlas en las autopsias de adultos. Su importancia radica en que se localiza en aquellas regiones donde durante la vida adulta se localizan las lesiones ateroscleróticas, considerándose como precursora de estas. (2).

La estructura rítmica descrita y definida por Vichert se ve con relativa frecuencia preferiblemente en las arterias iliacas y femorales y se caracterizan porque la íntima arterial se observa como replegada sobre sí misma en una extensión que oscila entre unos pocos milímetros a varios

centímetros, La mayor parte de los investigadores las interpretan como alteraciones en el proceso de fijación de las placas fibrosas. Lo cierto es que se observan con relativa frecuencia también en las personas jóvenes y en las arterias de miembros inferiores (2)

Fernández-Britto y cols. Encontraron más frecuentemente estrías grasas en niños desde los 5 años de edad, en aorta torácica y abdominal (1), lesión también denominada estría adiposa, o banda grasa se caracteriza microscópicamente por presentar estrías amarillentas, muy bien puestas en evidencia por técnicas histológicas especiales para teñir las grasas. Estas lesiones suelen localizarse en algunas regiones específicas de las arterias, allí donde se producen bifurcaciones, curvaturas, o sea, donde el flujo sanguíneo sufre modificaciones. Vistas al microscopio están formadas por células llenas de vacuolas grasas, unas son macrófagos y otras músculo liso (CML), en general se conocen como células espumosas. Esta lesión generalmente no protruye hacia la luz arterial y si lo hace es muy discretamente, su consistencia es muy blanda y no altera de manera importante la elasticidad, la flexibilidad, ni la distensibilidad de la pared, por lo que no modifica el flujo sanguíneo. Se observa desde los primeros años de vida y en los niños se localiza en la aorta. Su mayor importancia radica en su capacidad de evolucionar hacia una lesión más agresiva denominada placa aterosclerótica (2).

Se conoce por placa aterosclerótica aquella lesión que protruye hacia la luz arterial disminuyendo el calibre vascular, estas placas o lesiones elevadas, como también se les conoce, se dividen según sus características histopatológicas en placas adiposas, placas fibrosas, placas complicas, placas calcificadas y placas graves, algunos de estos nombres engloban varias de estas lesiones (2).