¡BASTA YA! COLOMBIA: MEMORIAS DE GUERRA Y DIGNIDAD | Page 25

La justicia— o, para ser más precisos, la impunidad— figuró como objeto de reflexión en todos los casos trabajados por el gmh y se destaca en este informe como uno de los factores que contribuye a mantener y a escalar la guerra, y uno de los principales reclamos en la memoria de las víctimas. Especialmente ilustrativos de la impunidad resultaron los informes de Trujillo y de La Rochela. El primero mostró las perversas alianzas entre políticos, militares y narcotraficantes, y dejó ver las enormes dificultades de la justicia colombiana para esclarecer los hechos y para impartir justicia, al punto que, veinte años después y a pesar los fallos condenatorios emitidos, la impunidad se mantiene, permitiendo que la tragedia no cese, como dice el título del informe. Las complicidades y alianzas fueron mencionadas por las víctimas en casi todos los casos, por ello en el quinto capítulo se registra como uno de los principales marcadores de su memoria y de sus reclamos.
El informe de La Rochela, por su parte, reveló las paradójicas caras de la justicia en nuestro país. De un lado, aquella aliada con el crimen, que evita que los crímenes se investiguen y juzguen como compete y, del otro, aquella que en el esfuerzo por esclarecer y por impartir justicia resulta victimizada.
Ahora bien, los informes sobre la Ley de Justicia y Paz 16 elaborados por el gmh muestran que los problemas relacionados con la justicia involucran nuevos temas, debates, retos y tensiones relacionados con la justicia transicional. En dichos informes se hace memoria de los largos intentos de gobiernos por plantear escenarios jurídicos y políticos para superar el conflicto armado. En este aspecto, como en otros, Colombia sufre de mala memoria, pues aprovecha y aprende poco de sus experiencias, de sus aciertos y errores. Una y otra vez, distintos mandatarios han puesto en marcha procesos que buscan poner fin a la confrontación armada sin un cálculo acertado de las transformaciones y emprendimientos institucionales que implican y de los costos económicos y de los acuerdos políticos que precisan. Este legado bien puede ser aprovechado a la luz de las discusiones actuales que buscan establecer marcos judiciales alternativos para superar la guerra.
En el informe Justicia y Paz: verdad judicial o verdad histórica, 17 las versiones libres fueron escenario de observación y de análisis por parte de los investigadores del gmh. El informe constata los esfuerzos de las víctimas para poder asistir y participar dignamente, sin riesgo a ser maltratadas y revictimizadas; las licencias que muchos fiscales concedieron a los perpetradores para que justificaran sus atrocidades, pero también el esfuerzo de otros, especialmente mujeres, por develar la verdad, confrontar al victimario y reclamar un lugar digno y justo para las víctimas. Los desafíos que enfrentan los operadores judiciales y, en general, los organismos de investigación y juzgamiento se ilustran con contundencia en este informe y ejemplifican los retos que deben ser tenidos en cuenta en el marco de la justicia transicional.
A pesar de las limitaciones y deficiencias de la Ley de Justicia y Paz señaladas en el informe, es preciso anotar que el proceso ha permitido develar muchas verdades sobre lo que aconteció con las víctimas, los perpetradores y las alianzas criminales. Así mismo, se han conocido atroces métodos empleados por los actores armados y miles de familias han podido hallar los cuerpos de seres amados buscados hasta el cansancio. Las versiones de los victimarios— recogidas por los investigadores en los expedientes judiciales de procesos ordinarios e incluso en entrevistas realizadas en las cárceles— permitieron ratificar algunas denuncias de las víctimas, pero sobre todo han hecho posible que se demuestre todo el horror que venían denunciado, que se compruebe, como se registra en este informe, la existencias de hornos crematorios, de cementerios clandestinos, de escuelas de tortura y descuartizamiento, y que las historias inverosímiles contadas por las víctimas por fin sean creídas. Es a través de las voces de los victimarios que algunos jueces y en parte la sociedad están reconociendo la brutalidad de la guerra que las víctimas han padecido. En algunos informes, el gmh recogió y documento estos
16. gmh, Justicia y paz. ¿ Los silencios y olvidos de la verdad?( Bogotá: Ediciones Aguilar, 2012).
17. gmh, Justicia y paz. ¿ Verdad judicial o verdad histórica?( Bogotá: Taurus / Semana, 2012).
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