Los orígenes, las dinámicas y el crecimiento del conflicto armado la decisión de conformar un ejército revolucionario capaz de perpetrar golpes militares contra las Fuerzas Militares con alto valor estratégico, los llevó a transitar de una guerra de guerrillas a una guerra de posiciones. 129 En segundo lugar, el propósito de urbanizar el conflicto armado, volcando toda la estrategia militar hacia el cercamiento de las ciudades, con prioridad de Bogotá, los condujo a impulsar las Milicias Bolivarianas. En tercer lugar, el hecho de formalizar su distanciamiento con el Partido Comunista y desarrollar un pensamiento político autónomo, con la formulación de la plataforma para un nuevo Gobierno de reconciliación y reconstrucción nacional, los puso en un punto de ruptura en el que la guerra y la política quedaron en manos de las farc. 130
Mientras la guerrilla se reacomodaba para continuar la guerra, muchos de los paramilitares en el Magdalena medio recién desmovilizados, sintiéndose a la deriva, buscaron cobijo con los viejos jefes paramilitares de la región que aún seguían armados, como Ramón Isaza. En Córdoba y Urabá, Fidel Castaño, el triunfante jefe de la guerra contra Pablo Escobar, organizada por el grupo de justicia privada— conocido como Perseguidos por Pablo Escobar − Los Pepes— que combinó fuerzas legales e ilegales, se estaba preparando para finalizar su guerra contra la guerrilla luego de la desmovilización del epl cuando murió en circunstancias inciertas en 1994. Sus hermanos Vicente y Carlos, quienes se habían aliado con sectores del Estado para luchar contra Escobar y contra la guerrilla, emergieron poderosos. Estos líderes del paramilitarismo sirvieron de punta de lanza de la resistencia política y económica regional frente a las reformas democratizadoras de la nueva Constitución, pero también frente a la recomposición militar de las farc, que apuntó a copar los territorios dejados por la guerrilla del epl luego de la desmovilización de marzo de 1991. Esta iniciativa de las farc desencadenó un conflicto con los desmovilizados en el eje bananero, y con ello favoreció la recomposición paramilitar. Este hecho fue relevante para el posicionamiento de
129. Véase: Pizarro,“ Las farc-ep: ¿ Repliegue estratégico, debilitamiento o punto de inflexión?”, en: Nuestra guerra sin nombre., 188. 130. Mario Aguilera, Las farc: La guerrilla campesina, 1949-2010. ¿ Ideas circulares en un mundo cambiante?( Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris / asdi / oim, 2010); Pizarro, Las farc-ep: ¿ Repliegue estratégico, debilitamiento o punto de inflexión? 188-189. este actor armado en la nueva etapa de expansión del conflicto armado, en particular porque desplazaba el eje del Magdalena medio, prevalente en los años ochenta, hacia Urabá, imperante en los noventa.
Los reflujos y reacomodos dentro de la guerra han estado acompañados por un continuo cambio en el contexto, en unos casos, para apaciguar la violencia y, en otros, para preparar la ruta hacia la desestabilización y más cruda confrontación del próximo periodo.
En el primer caso, la transformación alude a la solución política y jurídica de la guerra del narcotráfico contra el Estado y el fin del narcoterrorismo. La prohibición constitucional de la extradición abrió el camino para la salida a la guerra del narcotráfico contra el Estado y viabilizó la implementación de la figura jurídica del sometimiento a la justicia como ruta para el desmantelamiento del Cartel de Medellín. Este aspecto será desarrollado en el capítulo 3 del presente informe.
La entrega de Pablo Escobar auspiciaba un final no convulsionado del proceso. Pero su fuga de la cárcel La Catedral el 21 de julio de 1992, y la consiguiente persecución implacable por parte del Estado y Los Pepes, pusieron en escena nuevamente los atentados terroristas, hasta que llegó el punto final del narcoterrorismo con la caída de Escobar, el 2 de diciembre de 1993. El desmantelamiento del Cartel de Medellín fue sucedido por el desvertebramiento del Cartel de Cali, entre 1994 y 1995, lo que dio fin a la era de las grandes organizaciones del negocio del narcotráfico en Colombia.
En el segundo caso, el desarrollo institucional de la nueva Carta constitucional pronto tropezó con una inesperada crisis política que alteró la estabilidad que requería para aceitar su engranaje y solidificar sus bases. El hecho desencadenante fue la denuncia de infiltración de dineros del narcotráfico en la campaña política del electo presidente Ernesto Samper( 1994-1998). El inicio en firme del proceso 8.000, como se llamó el proceso judicial, provocó una crisis de legitimidad y limitó el margen de gobernabilidad de Samper. La situación se agravó con el aferramiento del mandatario al poder, a pesar de la presión social y política que
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