INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
Con el acuerdo de paz, el m-19 recobró favorabilidad ante la opinión pública, se erigió como un símbolo de la transición que reclamaba el país y se posicionó como una tercera fuerza política al crear una coalición con pequeñas organizaciones de izquierda, de origen cívico o bipartidista. Como resultado de ello, la Alianza Democrática m-19, como se llamó el nuevo partido político, se convirtió en el movimiento con mayor número de escaños para la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, superado solo por la agregación de escaños de las distintas facciones del Partido Liberal. Esta ascendencia política se prolongó en los resultados de las elecciones presidenciales de 1990, en las que el nuevo partido demostró ser la fuerza política alternativa con mayor votación en la historia, y la primera en superar en una elección al candidato oficialista del Partido Conservador, al alcanzar más de 700 mil votos.
Sala de Redacción del periódico El Espectador, tras la bomba puesta por el cartel de Medellín. Fotografía: El Espectador, 1986
res de base social más amplia, como los de Córdoba o la Sierra Nevada de Santa Marta, liderados por Fidel Castaño y Hernán Giraldo.
Pese a la lucha contra la amenaza narcoterrorista, durante el Gobierno Barco se reanudaron las conversaciones de paz con el m-19. Estas se habían iniciado en enero de 1989 tras el secuestro y posterior liberación de Álvaro Gómez Hurtado. Estos acercamientos fructificaron y se tradujeron en el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y esta guerrilla en marzo de 1990, seguido por el acuerdo con el Movimiento Quintín Lame. Previamente, Barco había lanzado su plan de paz que exigía como requisito de las negociaciones el cese de hostilidades a cambio de amnistías, seguridad y participación en política a los guerrilleros que se reincorporaran a la vida civil y dejaran las armas.
Por otro lado, la proyección política que alcanzó el epl lo condujo a romper con su tradición histórica de rechazo a la participación política y electoral. Primero, avanzó en la conformación del Frente Democrático Revolucionario, en 1984, y luego, en la del Frente Popular, en 1988, para abrirse camino en las elecciones regionales y locales de ese año. La estrategia revolucionaria del epl se dirigió a desencadenar insurrecciones regionales parciales. 102 Sus dirigentes decidieron ponerle fecha al inicio de la revolución: 27 de octubre de 1988, día del Paro Cívico Nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores − cut, y la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos − anuc, entre otras organizaciones. El resultado fue desastroso. La interferencia de la lucha armada amenazó la movilización social y política, lo que se puso de manifiesto en la pérdida de la personería jurídica de los sindicatos y el desencadenamiento de una ola represiva en Urabá por parte de las Fuerzas Militares y los grupos paramilitares, que golpeó duramente la militancia social y política.
El experimento fallido y la represión desencadenada precipitaron un replanteamiento político de la guerrilla del epl, que optó por el abandono
102. Álvaro Villarraga, Ejército Popular de Liberación( epl). Guerra irregular, pacto de paz y constituyente( Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris / gmh, 2010).
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