¡BASTA YA! COLOMBIA: MEMORIAS DE GUERRA Y DIGNIDAD | Page 127

INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
de violencia, especialmente en zonas como la cafetera, tan dura y largamente golpeada por las confrontaciones de los años cincuenta y comienzos de los sesenta. La gran oleada de invasiones campesinas, que llegó a ocupar 984 predios entre 1971 y 1974, se produjo, no en las regiones de La Violencia, sino en lo que se podría llamar zonas nuevas de conflicto o de escasa visibilidad de luchas agrarias, como la costa caribe.
De hecho, la más campesina de las guerrillas, el epl, tuvo como santuarios el alto Sinú y el alto San Jorge, en Córdoba, y se ancló socialmente a los movimientos agrarios de nuevo tipo, a través de las Juntas Patrióticas Populares, imaginadas por sus artífices como embriones de poder alterno. A menudo, las guerrillas confundieron el aislamiento geográfico con el control territorial, y por ello las ofensivas militares más o menos inesperadas las pusieron al borde de la liquidación. Adicionalmente, tenían lecturas muy particulares de la realidad política, como aquella que interpretaba el abstencionismo electoral como la manifestación explícita de rebelión contra el orden social vigente.
Las guerrillas consideraron por lo menos tres elementos principales a la hora de escoger sus bastiones iniciales. Primero, las tradiciones armadas y políticas de la zonas. Segundo, las posibilidades de incidencia: preferían sectores sindicalizados u organizados o zonas periféricas de campesinos pobres. Y tercero, buscaban condiciones topográficas difíciles de acceder, pero estratégicas para transitar fácilmente de un territorio a otro.
Los planes de consolidación de estas guerrillas chocaron con tempranos reveses militares. El eln, que a principios de los años setenta apenas superaba los 200 militantes, estuvo al borde del desmantelamiento total tras la operación Anorí en 1973 42. Varios de sus dirigentes murieron en combate, entre ellos la figura emblemática del cura Camilo Torres, cuando apenas se enrolaba en la lucha armada( 15 de febrero de 1966), y otros fueron fusilados en una acción de intransigencia y verticalismo de sus propias fuerzas, bajo pretexto de traición, desobediencia a lineamientos del comando central, o simple negligencia en la conducción de los enfrentamientos. El grupo quedó reducido a unos 70 u 80 hombres, a los cuales poco tiempo después el presidente López Michelsen les hizo una oferta de paz, que éstos desecharon. Algo similar le ocurrió al epl entre 1968 y 1969, cuando apenas comenzaba a mostrarse públicamente. En combates con el Ejército perdió la vida Pedro Vásquez Rendón, uno de los fundadores.
Un factor decisivo en los quiebres internos de estas guerrillas en los años de su gestación fue el estricto control que los dirigentes ejercían sobre las comunidades y sobre la vida privada de los militantes. Ese intervencionismo hizo de estas fuerzas guerrilleras un conjunto de súbditos indiferenciados, y no de partidarios deliberantes. Por eso, el rompimiento de lealtades generaba efectos catastróficos: expulsiones, ajusticiamientos y degradaciones. Inicialmente, el ambiente de secta aglutinaba, pero después se convertía en elemento de desintegración. En los años setenta ocurrió que las guerrillas se dividían por dentro y también eran hostiles entre sí. Las divisiones de los grupos rurales también se replicaban en el mundo urbano de los estudiantes universitarios, los maestros, los empleados y los sindicatos. Las guerrillas no eran propiamente paradigma de prácticas o de ideales democráticos.
En todo caso, el débil arraigo social, la excesiva territorialización( traducida al lenguaje autocomplaciente de“ zonas liberadas”) y, sobre todo, el desfase entre los discursos y las realidades cotidianas, hicieron que estas guerrillas apenas lograran sobrevivir a los primeros embates gubernamentales que combinaron acciones cívicas y una presión militar desproporcionada, dirigida no solo a los guerrilleros sino a sus bases sociales. Durante los primeros años del Gobierno de Lleras Restrepo, varios jefes guerrilleros fueron capturados o muertos en combate. También se hicieron más frecuentes los enfrentamientos entre los grupos de diferente orientación como los de las farc, de tendencia comunista ortodoxa, con el epl, de la línea comunista prochina, especialmente en el Sinú y Urabá. Por su parte, los conflictos internos del eln, de orientación castrista, llevaron a algunos de sus jefes a entregarse al Ejército Nacional para escapar de las condenas a muerte proferidas por sus jefes. 43
42. Operación militar realizada por el Ejército Nacional contra el ELN en el área rural del municipio de Anorí-Antioquia.
43. Véase: Daniel Pécaut, Crónicas de dos décadas de política colombiana( Bogotá: Siglo XXI, 1988).
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