BAO Nº 24 Diciembre 2019 BAO Nº 24 Diciembre 2019_ | Page 15

El gasolino Del olor le viene el nombre. Hijo de la industrialización y de los tiem- pos modernos. Lo fueron. Pero como todo futuro, acabó siendo re- cuerdo. Quedan algunos. Supervi- vientes de una estirpe con aroma a muelle. Herederos de los boteros, cambiaron remos por motores ali- mentados con oro negro. Para con- trarrestar, lucían vivos colores. Como el egun on, que perdió el verde de tanto navegar. Tres metros de manga y ocho de eslora, sesenta caballos y cincuenta pasajeros. Portador de amores y de sudores. Hombres y mujeres que convirtieron la ruta en su Gran Vía. Sin escaparates, pero en días soleados, podías ver tu reflejo en la ría. Y soñar con quimeras de corazón o de bolsillo. Hasta que una ráfaga te sacaba de ese sueño des- pierto. Hasta los pasajeros debían ser duros, cuando no había cabina y el toldo era el cielo. De ahí que entre los habituales se buscara la cercanía. Conozco a una pareja formada por patrón y pasajera. Tanto ir y venir, acabaron uniendo sus rutas. Com- prendieron que tenían un mismo hori- zonte. A veces no queda otra. Por eso quien sube en el viaje de vuelta, paga al llegar al otro lado. Al fin y al cabo, eso es un gasolino. Hombres y muje- res compartiendo un mismo destino.