La pala es de diseño Jazz Bass 1 + 4 , es decir , de tipo invertido , lo cual nos parece más que acertado estéticamente . Las clavijas de aluminio combinan las dos características necesarias para que funcionen con éxito : ligereza y precisión .
Al carecer la pala de inclinación , se usa una pieza para dar el ángulo correcto a las 4 cuerdas más graves y evitar que el bajo se desafine al tiempo que se eliminan esos molestos ruidos que a veces se producen tras la cejuela .
Por cierto , en este caso y siguiendo la tradición alemana , este Forty Eight Victor Brandt Signature incorpora un traste cero , el cual aporta una serie de ventajas como son una altura perfecta de la cuerda en ese punto de apoyo , un sonido homogéneo con las otras notas pisadas ( que también nacen de un traste ) y sobre todo se eliminan los problemas de una cejuela mal cortada .
Siendo el bajo de alguien que se dedica a Black Metal y Death Metal , parece que la elección de color negro para todo el instrumento , herrajes incluidos , era obvia . En este caso nos parece además que el desgaste en cuerpo y mástil así como en herrajes , no hace sino aportar un punto de belleza al conjunto y lo bueno es que , como decíamos antes , todo resulta tremendamente auténtico .
Es decir , da la sensación que este bajo ha visto muchos escenarios y se ha usado en varias giras , algo que no podemos decir de otros bajos con acabado relic que hemos analizado donde se veía todo muy artificial .
En cuanto a la electrónica , se ha optado por un juego de pastillas Sandberg pasivas Single Coil en formato PJ . La idea , según nos cuenta el propio Brandt , era mantener algo de ese sonido tradicional de bajo con el que todos hemos crecido , pero en este caso contando con la incorporación de un poderoso circuito activo con EQ de 3 bandas que hará que puedas abrirte camino entre los muros de guitarra más densos sin problemas . Además tienes la ventaja de que si para cierto proyecto necesitas un sonido más clásico , tan sólo tienes que usar el modo pasivo y obtendrás un sonido de toda la vida que no esperarías a priori de un bajo con tanta personalidad .
En uso Una vez descrito el instrumento , pasamos a la parte que más nos gusta , que es probarlo .
Comentábamos antes que el diseño del Forty Eight resuelve los problemas de cabeceo , lo cual es cierto en la versión de 4 cuerdas . En este de 5 como es lógico sí que se ve un poco afectado el equilibrio , pero lo bueno es que la amplia zona para apoyar el antebrazo hace que en la posición natural no notes ese pequeño desequilibrio en absoluto . En cualquier caso , siendo este un 5 cuerdas , cabecea mucho menos que esos bajos clásicos en versión 4 cuerdas .
BAJOS
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