Sentirnos los unos a los
otros a través de la
danza contemporánea
Por Dany Yanina Solis Mandujano
D
anzar mientras la tierra es tu soporte y tu impulso, sentir
que aquella madre entra en contacto con tu cuerpo; sentir
que te brinda una energía que recorre las extremidades, que
hace vibrar tus sentidos y te ofrece confianza para recostarte en ella.
Sientes cómo sus raíces se van instalando alrededor de tu
cuerpo, te sientes acompañado, y mientras una dulce melodía rodea
el espacio, tus manos se mueven al compás de la música para jugar
con los hilos; y comienzan a hilar.
Tu todo va sintiendo las posturas que son guiadas por aquellas
melodías, tu mirada representa firmeza, severidad, fuerza, energía,
a la misma vez amor por aquellos que viven en ti, ¡oh, cuán pode-
rosa y bondadosa eres Pachamama!, Dejas que mi cuerpo dance so-
bre tu tierra, dejas que te sienta y caiga sobre tus manos cuando
desvanezco, porque con tu compañía haces que no me quiebre en
mil pedazos.
Hoy no solo representarás una imagen que está en muchas
mentes, también se entrará en contacto contigo Pachamama, se de-
jará que la propia energía se entrelace con la tuya, y sin perder el
sentido y el mensaje, se danzará épicamente.
Porque no se necesita solo de lo tradicional o de lo común;
también se necesita de lo nuevo y lo atrevido.
Porque no se necesita solo de la propia experiencia; también
se necesita de otras experiencias o de las famosas “técnicas”.
Porque no solo basta presentar una obra para que un público
determinado lo comprenda. Es necesario presentar una obra para
que todos lo comprendan, para q ue todos lo sientan, porque el tea-
tro no es para algunos, y su público siempre serán “todos”.
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