BAILEMOS TIERRA BOLETÍN-Nº-78 | Page 6

Por Raúl A. Poma Sierra S egún la mitología andina Wallallu fue uno de los apus encargados de la tierra Huanca, que tuvo rivalidad con Pariacaca y que al perder huyó y comenzó a devorar hombres como castigo. Sin em- bargo la información brindada sobre Wa- llallu no es mucha ni exacta. ¿Te imaginas cómo debe sentirse in- terpretar a un Dios wanka? Para eso consideraremos ciertas ca- racterísticas que debe tener cualquier dios: omnipotencia, omnisciencia, misticismo, son algunas de ellas, pero este Apu es espe- cial en el sentido de que es un dios a quien nosotros, los wankas, debemos respeto y obediencia. Entonces ¿cómo interpretarlo? una de las cosas que funciona es, aparte de la características ya mencionadas, entender que toda la raza wanka es su gente para guiarla, para decirles lo que son, qué es lo que hizo por ellos y hacia dónde van. El Apu Wallallu ordena a los Amarus que se inclinen ante su paso firme en señal de respeto. Estas serpientes fieras, solo obe- decen las órdenes de Wallallu, ¡puedes sen- tir eso, la ferocidad y misticismo que se en- carnan en él! Él es nuestro dios wanka, a él debemos respeto e interpretarlo exige gran responsabilidad. Dicen que dentro de poco la nieve que cubre a Wallallu se derretirá y él se li- berará. Quizás ahí conozcamos al verda- dero Apu, quizás siga propagando su furia o quizás con el paso del tiempo su ira se haya apaciguado. Quizás verá en qué se ha convertido su gente y furioso nos encare, quizás ya esté pendiente de todo lo que vi- vimos y asuma el reto de que la raza huanca siga siendo ese pueblo de gente in- domable y guerrera. Mientras tanto disfrutemos de “Bai- lemos Tierra”. Página 6