-9
-8
muerte. Imagen vacía de sentido o que vacía de sentido al resto, conflictos que
nosotros mismos generamos y que en muchas ocasiones responden a intereses
que intencionadamente se mantienen ocultos, en la sombra, en el background
social. Para continuar con problemáticas relacionadas a esa imagen-laberinto
que ofrecen los medios tecnológicos actuales, comentada por Roman Gubern,
y acabar con planteamientos relacionados con cierto misterio que establece el
inconsciente colectivo, como trasfondo del propio background.
Estas líneas que desarrollo darían para seguir trabajando en otras muchas
piezas, esas que se quedaron en el tintero. Para combatir el hecho de que
queden cosas por decir, la utilización de la formula aquí empleada, directamente
extraída de un alegórico horno alquímico, es aplicable a otros proyectos futuros,
que pueden llegar a convertirse en una especie de extensión especulativa de
éste.
C: ¿Qué importancia tiene el viaje para tu trabajo?
ENTRE-VISTA
anécdota contaré que cuando quedé con Eugenio M. Jorrín (colaborador en la
confección del video que acompaña la muestra y gran amante del teatro), para
hablarle sobre mi idea, lo que quería desarrollar con BACKGROUND y que, si
accedía, él se encargaría de rodar en su proceso, me comentó la existencia de
una comedia teatral que se titula: ¡Qué desastre de función! (Por delante y por
detrás), original de Michael Frayn. En ese momento la sorna sarcástica, aludiendo
a sus connotaciones, nos suscitó una amplia carcajada. Seguidamente me contó
que se trataba de una obra donde el escenario iba girando, de tal forma que el
espectador podía ver lo que ocurre entre bambalinas, comprobando el cinismo
que contiene el espectáculo, que por extensión parece una forma admitida ya
en esta sociedad capitalista, algo que por ejemplo Guy Debord desarrolló en La
sociedad del espectáculo. Por un lado los personajes, el papel asignado a los
diferentes agentes de la sociedad, actúan aceptando el rol que les ha tocado
desempeñar, todos estamos metidos en ese escenario. Y por otro, más allá de
lo políticamente correcto, se encuentra el conflicto, inserto en el origen de la
sociedad. Más acá y más allá del extremo violento, existen muchos grados de
conflictividad, malentendidos, disputas cotidianas, etc., pero también guerras
que parecen no acabar nunca. Cuestiones que hacen que esta moderna y
estresada sociedad acelerada de nuestros días, bajo el acecho controlador
del sistema, se acabe olvidando de parar y reflexionar sobre la situación. Esta
forma de proceder, el intento de mostrar los dos lados de la moneda, nunca
puede responder a algo concreto, es decir: no puede referirse a algo específico,
sino que ha de practicarse realizando un acercamiento que acaba siendo
necesariamente alegórico, poético después de creativo, y resultantemente
paradójico. Reto lanzado al espectador, cansado, en ocasiones, de aquellos
programas activistas que parecen no acabar de conseguir sus metas sino, en la
mayoría de los casos, añadir más ruido al ruido.
Tu, Cristina, siempre dispuesta, ante la ilusión de verme convencido en la
elaboración de un proyecto, has sido de gran ayuda. Juntos hemos podido
superar gran parte de los problemas que planteaba, lo que supone pasar de
la idea a un estado material, y que así este proyecto se haga visible a los ojos
del espectador.
C: ¿Qué cosas pueden haberse quedado en el tintero?
R: Siempre se quedan cosas en el tintero, sobre todo en un tema tan extenso,
debido a la multiplicidad de enfoques a los que se expone un término absoluto
como es la realidad . Algo que se corresponde con lo que todo artista persigue;
descubrir algo que se intuye escondido debajo del manto de lo aparente. Quizá
sea ésta la razón de tal densidad icónica y multitud de lecturas que ofrece
la exposición, en su presentación en la sala. En mi caso, esta vez, tras la
presentación propuesta por las Arquitecturas efímeras, he comenzado tratando
de ahondar un poco en, a partir del discurso de la imagen que comentaba
antes, aquella imagen que no queremos ver, difícil de enfocar, como bien
comenta Francisco Javier San Martín en su texto, que en última instancia es la
R: Mi actividad está muy relacionada con los sitios que he visitado, pues te da
pie a conocer otras culturas, otras situaciones, otros paisajes…Puedes recurrir
al viaje para buscar información o como concepto. Es una forma de incorporar
nuevos puntos de vista y enriquecer mi lenguaje plástico, pues veo fundamental
el acercamiento directo a determinados hechos, por mucho que podamos tener
noticia de éstos por televisión o internet, sobre todo cuando necesitas conocer
directamente obras de arte que te interesan. En el caso de la exposición que
nos atañe, la estancia que mantuvimos Cristina y yo el año pasado en Berlín
fue significativa para provocar un cambio en mi modo de proceder. Asimismo,
en la presentación de esta muestra, el viaje aparece como un hecho hipotético,
como aquello de lo que nos haríamos eco en caso de viajar a aquellos lugares
que se hallan en conflicto actualmente, y que, por ende, dudo que aparezcan en
esos folletos turísticos, que tratan de vendernos destinos paradisíacos. En esos
otros lugares la vida del ciudadano está constantemente amenazada, es la cara
opuesta a la acomodada sociedad del bienestar en la que vivimos.
C: ¿Por qué ese salto de la pintura a la instalación?
R: Siempre me ha interesado el mundo tridimensional, lo que me ha llevado a
realizar escultura también, aunque con menos intensidad que la pintura, dadas
las necesidades espaciales que requiere. El mundo objetual también me interesa,
como objeto reencontrado e incorporado a la obra u objeto en sí mismo, que
se convierte en obra de arte por decisión del autor, conquista que debemos a
Duchamp. Según ésto, la instalación me interesa desde la óptica de la pintura,
es decir; desde el hecho que posibilita hacer un cuadro en tres dimensiones,
donde cada elemento u objeto está en su sitio por la relación o tensión espacial
que mantiene con otros que tiene próximos, o desde el hecho de que un cuadro
se pueda extender más allá de sus propios límites, bien como pintura mural o
contando con la relación de aquellos objetos que intencionadamente se han
situado próximos a él, como parte integrante del mismo. En el caso de esta
exposición me interesaba, mediante eso que se llama instalación, dar una
sensación del estado provisional, móvil o desmontable, característico de este
momento actual, donde ya no podemos afirmar con seguridad algo, pues todo
se halla cada vez más acelerado y en constante transformación, lo que nos
lleva a un síntoma de incertidumbre perpetuo. En ese sentido lo tenía fácil pues
digamos que, en alguno de los casos, me he limitado a transportar al mundo
tridimensional composiciones que ya había ensayado en el plano.