Background catálogo BACKGROUND | Page 98

La escenificación del motivo de la creación pictórica tiene lugar en una sala de pinturas, y más presisamente, entre el reverso del lienzo y el espejo que refleja su verso. Tela y espejo son, en cierto modo, los límites de la imagen. En otras palabras, tela y espejo son al mismo tiempo imágenes en situación límite: “lo que aún no es imagen” / “lo que ya no es imagen”. Madrid, 2006. VICTOR I. STOICHITA, La invención del cuadro Conversación de taller entre Cristina del Campo (realizando labores de asistente para esta exposición) y Ricardo González García. (Lo que van a leer a continuación no es una transcripción literal, sino una reconstrucción de todo lo que se habló durante la confección de la exposición BACKGROUND, de forma que el espectador pueda hacerse eco de aquellas reflexiones e inquietudes que acompañan al artista durante su actividad, pudiendo conocer algo más sobre los procesos ocultos que se realizan en el taller.) Cristina: ¿Cómo se genera la idea de esta exposición, cuando decides qué vas a hacer y cómo se fragua tu idea? Ricardo: La primera pauta me la dio la miniserie “Arquitecturas efímeras”, realizada a finales de 2013, donde la composición de la representación giró hacia un planteamiento escenográfico, permitiéndome que las imágenes pasaran de un plano frontal, a deambular por el escenario en el que se hallaban, como gran parte de las cosas actuales, en un estado provisional. Esta disposición me hizo pensar en esa concepción del mundo como un gran teatro barroco, lo que derivó inmediatamente en un creciente interés por hablar de aquellos mecanismos previos, que dan lugar a la ilusión que supone la representación. Algo extrapolable, desde la sospecha de la existencia de una posible conspiración que condiciona nuestras acciones, lo que también nos puede conducir a una cierta paranoia, a la pregunta de por qué esto es así, cómo funcionan éstas o quiénes son los verdaderos agentes que mueven los hilos del sistema. Ir descubriendo capas de la realidad para encontrar este último Background, ese trasfondo, no es tarea fácil. Término generalizado en la jerga informática, viene a indicarnos que existen procesos que siguen actuando en segundo plano, ocultos a los ojos del usuario. Lo que por una parte nos facilita el trabajo pero también supone una puerta abierta para intromisiones no deseadas, una situación que nos lleva a un estado de alerta permanente. Total: el mensaje que yo quería transmitir tornó inmediatamente a un acercamiento al cometido que la imagen desempeña en la actualidad, al gran peso que posee como generadora de nuestra realidad, de nuestros actos y creencias. Un recorrido que, partiendo de la sospecha, nos zambulle en ese denso mar laberíntico que supone la iconosfera actual, con la intención de encontrar alguna clave que nos posibilite volver a hincar nuestras esperanzas en la tierra, para extraer de ella esa piedra filosofal que nos permita sortear cualquier avatar. Aventura complicada debido a la multitud de manipulaciones ocultas tras la actual apariencia generalizada. Zizek, filósofo de la escuela lacaniana, dice que la realidad pasa por esta imagen actual, que los medios se encargan de hacernos llegar, y que sin ella sólo queda la pura abstracción. Tomando esta premisa como situación irrefutable y con las armas del Arte, las que me otorgo desde la óptica filosófica de la pintura, me dispuse a hojaldrar de alguna manera la realidad, desde las limitaciones propias derivadas del tiempo disponible, el espacio y los “jardines” que estaba dispuesto a pisar, tratando de acercarme al sistema compositivo de este suculento pastel inabarcable que comento, donde detrás de cada capa, de cada imagen, siempre hay otra, propiciando que llegar a ese último fondo, a la matriz o fuente primera, acabe siendo una utopía. Desde esa arquitectura provisional posmoderna, a modo de pintura-relato del momento de incertidumbre presente, hacia este discurso Diego Velazquez, Las Meninas, 1656. de la imagen relacionada con los medios de comunicación que comento, y al tiempo de una mirada retro-progresiva hacia ese pasado que va sumándose a la mochila de la experiencia, realicé un recorrido mnemónico por ciertas piezas realizadas o comenzadas en el pasado, que se podían adaptar para sumar algún aspecto de esta gran visión poliédrica, que en muchas ocasiones anteriores ya he tratado de transmitir. Esto me posibilitaba, al tiempo de ofrecer un aspecto relacionado con mi propio bagaje, íntimamente relacionado con el mundo del Arte, encontrar ese punto equidistante, de necesaria optimización espacio- temporal, por el que han de pasar todas aquellas líneas argumentales que extiendo acerca del proyecto. En esa búsqueda, ir al fondo del asunto, hacia la extracción de ese alegórico Grial, enfoqué mi cometido desde el terreno propio, desde el lugar donde se ha generado y expuesto el proyecto. Desde ese terreno; el “ground” de Background, lugar de partida, y que asimismo me ha otorgado, para bien o para mal, el poso de mi experiencia hasta el momento, ese que va constituyendo mi fundamento. Y a mis propios referentes, a aquellos que me han posibilitado hacer lo que hago. Terreno particular, aquel donde uno desarrolla sus vivencias, y del mundo en general, que en su relación da pie a ese concepto de lo “glocal”, que une lo local con lo global, una adaptación necesaria en tiempos de globalización. Pero también como referencia a ese otro mundo ideal del Arte, que se mueve paralelo al anterior, sustrato desde el que se dirige el mensaje plástico. Según lo argumentado, ante la sorpresa de lo que me podía encontrar, la propuesta se volvió experimental. Puesto que opté por una forma de proceder abierta a la colaboración, el estudio se fue convirtiendo paulatinamente en un laboratorio de experimentos de campo en torno a lo real, lo imaginario y lo simbólico, donde se aceptaban las opiniones de aquellas personas que me ayudaban en esta empresa. En relación al hecho de comparar el taller con un laboratorio se me ocurrió que, como hermético hilo conductor, podía recurrir a la alquimia, cuya raíz etimológica significa “tierra negra”, que conecta a su vez con ese “ground” que antes comentaba. En ese sentido, sus textos crípticos me proporcionaban un alegórico simbolismo en torno a ciertos conceptos que quería dejar caer, sin mostrarlos explícitamente. Lo que, además, coincidía con los colores principales de las etapas de creación de la gran obra alquímica, opus magnum, adaptándose perfectamente a mi idea respecto a las condiciones en que se desarrolla y se muestra mi trabajo, cuyo fin es la sublimación, como aquel objetivo que el arte persigue; hacer que un objeto se eleve hasta la dignidad de la cosa, como comenta Lacan. C: ¿Qué papel desempeñan tus colaboradores en esta ocasión? R: Como he mencionado, a la hora de trabajar con ellos, me iban aportando su visión a partir de lo que les proponía, a partir de ideas que en principio se presentaban, a veces, incipientemente. Con algunas piezas lo tenía muy claro, pero otras fueron creciendo al compás de esta comunión de equipo. A modo de