Avambaé - 1° Edición Avambae-Crucero del Norte-Ed1 | Page 7

El río Corrientes es su único desague natural y vuelca su caudal en el Paraná. De la evaporación y la transpiración se encarga el entramado vegetal, favorecido por la relación que existe entre su gran extensión y la escasa profundidad del agua. De esta forma, el sistema de los esteros funciona como una eficiente represa reguladora. Puerta de Acceso a Laguna Fernández. EL FUNCIONAMIENTO DEL EQUILIBRIO. Los Esteros del Iberá son un depósito de agua estancada cubiertos por plantas acuáticas, de una profundidad que no supera los tres metros. Aguapés, amapolas, y lentejuelas de agua son algunas de las especies flotantes que cubren la su- perficie de las lagunas, formando camalotales. Puerta de Acceso a Laguna Fernández. A su vez, esta fauna acuática da origen a los embalsados, que son como esponjas que autorregulan el agua que se acumu- la, de acuerdo a la cantidad de lluvias. Su rol en el sistema es clave porque hacen que nunca haya diferencia de niveles de agua muy importantes. Aquí también ayudan las plantas acuáticas que minimizan la evaporación del agua a pesar del sol. Sobre el entretejido vegetal que forman los embalsados junto a los camalotes, se deposita la tierra que permite el arraigo de las plantas. Y esto origina las islas flotantes. Algunas de ellas llegan a los dos metros de espesor, sobre las que se puede caminar. En total, el sistema tiene 63 lagunas o espejos de agua que constituyen el 20% de la superficie total, a pesar de que todo el mapa de Iberá es agua. El 80% restante son esteros y tienen sus costas formadas por embalsados. Atardecer en laguna Iberá. FAUNA Y FLORA. Esta configuración de ecosistemas acuáticos y terrestres es el resultado de la migración de aves y otros tipos de animales que trajeron consigo semillas de otros lugares. De esta mane- ra se enriqueció la flora y también generó un espacio propicio para la generación de una mayor fauna. Es en este contexto que conviven más de 4.000 especies de plantas y animales. En Iberá pueden observarse especies en extinción como el aguará guazú (el lobito de río), el venado de las pampas y el ciervo de los pantanos. Conviven más de 350 especies de aves y dos de los ocho tipos de yacaré del mundo, además de los usuales carpinchos, liebres, vizcachas y mulitos. Atardecer en laguna Iberá. También la flora conquista a simple vista: los camalotales, juncales y embalsados llaman la atención por sus dimensio- nes y cantidad. Y los palmares de yatay, selvas en galerías e isletas de bosques hidrófilo, lapacho negr o, higuerón, urunday, viraró, timbó, laurel negro, quebracho blanco o guabiyú son objeto de estudio de instituciones educativas año a año. Por encima de los embalsados, hay ejemplares como pajona- les achiras, yuyales y pequeños árboles de suelos húmedos como los sarandíes, laureles, y el pehuajó o totora grande. Mientras que en las islas se observan algunas especies agru- padas como ombúes y hierba gigante, a la que se la considera originaria del Iberá. Desde el camping municipal en Colonia Pellegrini. Pedro Noalles, pionero hotelero en los Esteros. PH. Aleida González Abrazian. ¿CÓMO DISFRUTAR LOS ESTEROS? Toda esta riqueza natural puede visitarse anualmen- te a través de paseos en lancha o en canoas a bota- dor. Si bien el punto turístico más explotado hasta ahora ha sido Colonia Pellegrini, puerta de la segunda laguna más extensa del sistema llamada Iberá, hoy en día hay otros parajes que brindan una experiencia distinta y menos masiva. Es el caso del paraje Uguay, que da acceso a la ter- cera laguna, la Fernández. Aquí se ha instalado hace dos años el pionero en hotelería de Colonia Pellegrini, el bien conocido por los locales, Pedro Noalles. Iberá Estero Salvaje, su emprendimiento en Uguay, es la única forma de ingreso a la Fernández. Por lo que el contacto con la naturaleza es inmejorable y aleja- do de los ruidos y falshes de los turistas que pueden ahuyentar a los animales. El acercamiento con el ecosistema acá es directo, tanto para identificar la gran variedad de cantos de pájaros como para observar de cerca a las decenas de yacarés que eligen este solitario espejo de agua. Todo esto se ve enriquecido por Noalles que ade- más de ser un exhimio conocedor y comunicador del hábitat, es un apasionado por la conservación del lugar. “Asusta, en algunos puntos del humedal los animales, como los carpinchos, ya están acos- tumbrados a convivir con los seres humanos”, ad- vierte el guía. El mismo, junto a su mujer Clau- dia, abren las puertas de este universo en este complejo de cabañas que invitan a relajarse y conectar con el más profundo equilibrio natural. Para mayor información: www.iberaesterosalva- je.com.ar. Crucero del Norte viaja diariamente desde Buenos Aires a Mercedes, y desde Puerto Iguazú a Paso de los libres, para hacer conexión con Mer- cedes, también con servicio diario. Desde allí resta tomar el YBERÁ BUS para llegar a todos los parajes.