Avambaé - 1° Edición Avambae-Crucero del Norte-Ed1 | Page 6
La Reserva Natural del Iberá,
en Corrientes, ocupa 1 millón
300 mil hectáreas, el 14% del
territorio de esa provincia. Es el
segundo humedal más impor-
tante del mundo que da origen
a la más variada flora y fauna.
Un sistema que maravilla por su
funcionamiento perfecto y por
su preservación
RESERVA NATURAL
DEL IBERÁ
Después de una experiencia directa con la naturaleza la con-
clusión suele ser la misma: el impacto por su perfecto equili-
brio. Las sociedades actuales sabemos de la complejidad que
requiere este estado. Es una virtud que admiramos en los equi-
pos de fútbol, en los acróbatas del circo, en el arte. Pero lo que
más fascina de la naturaleza es lo espontáneo de esa propor-
cionalidad, que impera sin necesidad de nuestra intervención.
En el caso de los Esteros del Iberá, este equilibrio se puede
apreciar desde la composición misma de sus lagunas hasta
la colaboración de las aves que se alimentan de las larvas del
lomo del carpincho, beneficiándose mutuamente. Todo allí tie-
ne una razón de ser, de la que los seres humanos, foráneos, no
podemos más que admirar y aprender.
La preservación de este ecosistema también es el resultado
de un funcionamiento aceitado. En 1983 se creó por Ley la Re-
serva Natural del Iberá. A partir de este marco, los cazadores
que vivían de los cueros de los animales del humedal y co-
nocían como nadie las 63 lagunas que componen al sistema,
fueron nombrados guardaparques del lugar sin necesidad de
acechar a la fauna, sino de resguardarla.
ESTEROS
A pesar de esto, los esteros fueron un punto de caza furtiva
que hizo desaparecer especies como la del yaguareté. Es por
esto que desde hace pocos años, la Fundación del millonario
ecologista estadounidense, Douglas Tompkins, lleva delante la
“restauración ecológica”, un plan de recuperación de especies
extinguidas. Debido a su nacionalidad, se tejieron especulacio-
nes acerca de si sus esfuerzos por proteger este ecosistema
eran maniobras monopolizadoras para explotar el Sistema de
Acuífero Guaraní. Aunque ninguna de ellas con real fundamen-
to. Es que este acuífero es la reserva de agua dulce más gran-
de que tiene el planeta para los próximos siglos, que pasa por
debajo de Argentina, Brasil y Paraguay. Y los esteros del Iberá
son su portal de acceso.
DEL IBERA
The Conservation Land Trust, la organización del fallecido Tom-
pkins, donó 157 mil hectáreas con el compromiso de que allí
se construya el Parque Nacional Iberá. Compromiso asumido
por el Estado argentino para la preservación de las especies
pero también para convertir a la zona en un motor de creci-
miento económico local a través del ecoturismo.
LA CONSERVACIÓN
DEL EQUILIBRIO.
UN SISTEMA PERFECTO.
Iberá se denomina “sistema” porque es un ecosistema auto-
suficiente. Antiguos causes del río Paraná conforman la base
de esta compleja red de humedales, que está compuesta por
bañados, esteros, lagunas, embalsados y cursos de origen plu-
vial.
Laguna Fernández, Paraje Uguay.
PH. Aleida González Abrazian.