tocaba hacerlo desde la oposición, estaba dedicado de lleno a la tarea de
organizar el partido Acción Democrática. La realidad imperante en 1935,
la cual todos los venezolanos anhelaban que cambiara no solamente en
materia de vialidad y comunicaciones
internas, el político guatireño se reinserta tras el exilio y disfruta del clima
de plenas libertades públicas garantizado por el gobierno a todos los venezolanos, la esbozan apuntes como los
vertidos por su hija Virginia Betancourt Valverde, en el reciente libro
Vida en familia [1890-1958]: «Comenzamos a acompañar a papá [Carmen
Valverde de Betancourt y Virginia] en
sus viajes políticos al interior tan pronto la logística nos permitió alojarnos
en las casas de los compañeros. Para
evitar el calor, salíamos de madrugada
muchos de los caminos eran de tierra
y se hacían más largos porque papá se
paraba en cuanta venta de comida aparecía a la vera del camino para gozar
las hallaquitas de maíz tierno, chicharrón, [de El Sombrero, entonces una
aldea del estado Guárico] seguimos por
caminos de tierra [rumbo a los llanos
de Apure]. Llegamos a nuestro destino
con la ayuda de Dios, porque el carro
de papá era un desastre y él no tenía la
menor noción de mecánica Atravesamos el enorme río Apure en una chalana y al llegar a San Fernando nos
esperaba Juan Salerno ».
Según Virginia, era Dodge el carro que entonces manejaba su padre.
De Caracas a El Sombrero, en 1947
era posible viajar a una velocidad promedio de 60 kilómetros para cubrir la
distancia en cinco horas.
Al cruzar el río Guárico, en El
Sombrero, hallaban los conductores
el empalme de las vías hacia Valle La
Pascua y en otra dirección, rumbo a
Chaguaramas, sobre los viejos trazados del camino real en dirección a
Barcelona. El gobierno de la junta revolucionaria de 1945, ofreció terminar
una buena carretera entre Puerto La
En los llanos. Corozo Pando,
Estado Barinas, 1928.
Galera de El Pao.
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