Maquinarias nuevas y poderosas
abren carreteras en 1948.
Tractores transnacionales
A objeto de facilitar la entrada de
maquinaria y materiales de construcción a la región oriental del país, y
posteriormente instalar oleoductos desde los campos de producción hasta las
refinerías y puertos, un grupo de compañías petroleras que explotan concesiones en el Guárico y Anzoátegui,
construyó en 1947 la carretera de más
de 300 kilómetros de longitud entre
Guanta, Anzoátegui, y la población de
El Sombrero en el estado Guárico.
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La importancia de esta vía no sólo radicaría en la facilidad que iba a
presentar a las compañías para el
transporte de maquinaria y productos,
sino que como atraviesa extensiones
sin vías para entonces transitables durante todo el año, permitió que ricos
estados de la República mantuvieran
por primera vez continua y fácil comunicación con otras regiones del país y
del exterior. Nueve puentes sobre nueve ríos diferentes -Neverí, Unare, Tamanaco, Manapire, Otocuao, Orituco,
Memo, Manire y Tacatinemo- facilitaron unir once poblaciones.
Los 28 millones de bolívares invertidos en la referida obra significaron reducir el tiempo gastado por
carretera entre Guanta y Caracas de
una manera tal, que si antes eran 832
kilómetros, por la nueva carretera
fueron solamente 562 kilómetros,
pudiéndose realizar el recorrido total
en automóvil en un solo día, en lugar
de los dos que se gastaban hasta finales de los años cuarenta. La ruta
quedó totalmente asfaltada a mediados de 1949. Claro que la búsqueda
de petróleo al norte de Guárico tuvo
mucho que ver con la acometida de
este proyecto por parte de las petroleras, once en total enfrascadas en la
exploración.
En Anzoátegui las transnacionales
ya tenían asegurada producción en varios campos cuyo auge ensombreció
viejos pueblos como el que dio origen a
la temática de la novela Casas Muertas,
obra de Miguel Otero Silva. Más hacia
el Oriente, debido a que en 1928 se hizo realidad la riqueza petrolera del
oriente venezolano. Caripito, tan sólo
un pequeño pueblo, en 1931 ya tenía la
refinería de la Creole como punto de
partida de un continuo avance industrial y humano que se expresó a través
de ocho poblaciones circunvecinas apreciadas desde el aire en 1937 por Amelia
Earhart y aún antes, por quienes dibujaron el mapa de rutas de la Pan American entre Caracas y Trinidad.
Por los llanos hace 60 años
En el libro Cuatro Años de Democracia, escrito por el general Isaías
Medina Angarita durante sus años de
exilio en Nueva York, publicado en
Caracas por Pensamiento Vivo Editores en 1963 con prólogo de su viuda
Irma Felizola, en el capítulo referente
a obras públicas, el Presidente derrocado por el golpe de Estado del 18 de
octubre de 1945, defiende el flanco de
su gobierno en lo concerniente a que
al comienzo de la gestión privilegia la
continuidad de los proyectos en ejecución heredados de la administración
del general López Contreras [19371941]. «Pacientemente, recibí las primeras críticas injustificables porque
no hacía obra propia y nueva», escribe
Medina quien, a renglón seguido, expone que mientras se termina lo emprendido por el gobierno anterior, el
suyo diseña el Plan Nacional expuesto
al país en 1942, preparado en estricta
correspondencia con las necesidades
del país y articulado dentro de una
idea más amplia desprovista de afanes
personalistas. «El 53 por ciento de lo
estimado para ??????????????????)5?????????????????????????????)????????????????????????????????????????????????????????????????)??????????????????????????????????????????????????)???????????????????????????????)???????
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