Cuando , por fin , sabes y entiendes que no eres la única que tiene miedo de ser acosada en la calle , o que siente nervios al caminar sola a la tiendita de la esquina , o que ha sido víctima de chistes y burlas sexistas o de insinuaciones sexuales . Cuando de pronto comprendes que no eres un caso aislado , que tu estúpida indecisión de vestir falda o pantalón no es tan estúpida como pensabas , entonces y sólo entonces , la palabra feminismo comienza a tener sentido en tu vida . Feminismo y democracia Un día , conversando con unos amigos , me hicieron algunas preguntas respecto al feminismo . Me decían que si las mujeres ya tenemos el derecho al voto y la paridad de los sexos garantizada por la constitución en el art . 4 º y en la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres ( decretada en el 2006 ), ¿ por qué es que seguíamos necias en hacer manifestaciones a favor a los derechos de las mujeres ? ¿ Qué es lo que las mujeres exigíamos al Estado , a la ciudad , a la sociedad ? ¿ Qué es lo que desea conseguir el feminismo — hoy — en pleno S . XXI , en donde todos sabemos que la igualdad entre hombres y mujeres ya “ está garantizada ” por el sistema de leyes ? que latem fugit , quatemp erorione dicaes aboris volut et et re magnia-
1 http :// www . inegi . org . mx / saladeprensa / aproposito / 2015 / violencia0 . pdf
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Vela , Estefanía . 2016 . “ La violencia diaria en la que nadie cree ”. Nexos 17-19 .
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Ramírez . Beatriz . Feminismo y democracia . Pág . 360 .
Foto por : Samantha Santana
Pero ¿ es verdad que tenemos esa igualdad garantizada ?, les pregunté yo . ¿ Qué pasa con las brechas salariales entre varones y mujeres en las empresas y fábricas ? ¿ Acaso no son alarmantes las estadísticas que indican que en este país mueren 7 mujeres al día — por el mero hecho de ser eso , mujeres —, y en donde 4 de cada 10 mujeres han vivido violencia , de cualquier índole : sexual , psicológica , económica , a manos de sus parejas , familiares o amigos ? 1 , ¿ Por qué la democracia — en México — ha dejado atrás a sus mujeres ? ¿ Por qué los espacios políticos insisten en excluirlas , en excluirnos ? ¿ Por qué el Estado no ha sido capaz de garantizar procesos eficientes para la resolución de denuncias de violencia y acoso hacia las mujeres ? ¿ Por qué de las 150 mil denuncias que se presentan en contra de alguno de los tipos de violencia de género tipificado por orden jurídico , solamente el 11 % resultan en averiguaciones previas , y de ese porcentaje por qué sólo el 2.4 % reciben sentencias condenatorias ? 2 ¿ Por qué los derechos — que están escritos en papel —, no han podido pasar a la realidad tangible , que es muchas de las veces cruda y desesperanzadora ? Sí , es verdad : contamos con un marco constitucional bastante completo , el cual , gracias a la reforma de los derechos humanos en 2011 , también se nutre con el derecho internacional y cuenta con la observancia de organismos e instituciones nacionales e internacionales dedicados a cuidar los derechos de todas y todos . Y , sin embargo , yo sigo teniendo miedo de salir sola a la calle . Sigo pensando a diario que , si me pongo falda , voy a recibir piropos que no deseo escuchar y miradas que obligan a la mía a clavarse en el infame concreto . La lucha por la democracia es para las mujeres la lucha por incluirse y ser incluidas , por reconocerse y ser reconocidas como sujetos de derecho , como ciudadanas , como trabajadoras , como estudiantes , como diputadas , como empresarias , como cabezas de familia . Si consideramos al feminismo como la forma en que las mujeres participan con conciencia de género en política , de lo que se trata es de insertar al feminismo en los espacios públicos en los que se toman las decisiones “ generales ” que afectan al conjunto , y no de circunscribirlo a los espacios donde se tratan , solamente , los asuntos de mujeres . ( Esto no implica abandonar los espacios en donde se ha trabajado y en los que se han obtenido resultados ; es un cambio en la estrategia para influir en lo que , en última instancia , irremediablemente nos interesa a todas las personas ). 3 Quizás , si verdaderamente pudiésemos abrir el feminismo a la democracia ( o al revés ), “ los problemas o preocupaciones de mujeres ” dejarían de serlo exclusivamente de ellas . Si lográsemos vincular ambas plataformas — la feminista y la democrática — posibilitaríamos el encuentro del feminismo con los hombres ( padres de familia , amigos , jefes , servidores públicos , profesores , conocidos ) y con otros sectores de la sociedad , para buscar resolver — de fondo — el problema de la desigualdad y violencia social , política y económica de la que millones de mujeres siguen siendo víctimas . Tal vez , así , y sólo así , esa preocupación cotidiana de verme a mí misma frente la ropa colgada en mi armario , comenzaría — por fin — a desvanecerse . ▪
Ana María Villalobos Autarquía
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