Psicología
Lo diluido de la muerte y sus Instituciones
La tragedia que hemos experimentado en Guadalajara desde el 19 de marzo de este año, quizá por haber ocurrido en un contexto más cercano al que me muevo cotidianamente, o quizá porque las víctimas eran jóvenes de mi edad, estudiantes, con inclinaciones artísticas por el cine y la música, me impactó profundamente. Así que decidí escribir este texto en su honor y memoria. Al pensar en el título, decidí cambiar la palabra“ líquido” por“ diluido”, tomando como referencia la teoría de la modernidad líquida planteada por Zygmunt Bauman en 1999, término metafórico que busca definir el estado de la sociedad en la modernidad actual y lleva a cuestionarnos sobre las transformaciones que han sufrido los lazos sociales y las instituciones en su paso por el tiempo. El reconocido sociólogo polaco plantea, en primer lugar, las diferencias entre un líquido y un sólido, haciendo analogía con la época pre-moderna de la humanidad, donde se vivió un proceso de“ licuefacción” de aquellos valores absolutos que le brindaban estabilidad y sentido al sujeto y a la sociedad: lo sagrado, la familia, el trabajo, las tradiciones, convicciones, pertenencia a una clase social específica o a una colectividad, entre otras. En este afán de derretir todo aquello que era sólido, varios efectos tomaron lugar; marcando la fluidez y la movilidad que hoy en día tiene el mundo en el que vivimos. No solamente la manera en que nos relacionamos con el otro ha cambiado, influido por lo virtual e instantáneo de las nuevas tecnologías, sino que la misma economía quedó emancipada de lo político y lo ético. Es justamente esta disolución de lo que limitaba la libertad de un individuo y la creciente fluidez del neoliberalismo y del capitalismo, lo que ha causado que el Estado ― la institución por excelencia ― haya quedado en un lugar donde, como un líquido,“ es más fácil darle forma que mantenerla”. El poder, que anteriormente se vinculaba con el Estado y la política de una nación, hoy queda muy alejado de esta visión. Por el contrario, una característica propia de la modernidad, es que las instituciones ya no están contenidas en un espacio o en un individuo determinado, sino que están distribuidas a nivel universal entre las élites financieras y los cárteles de droga. Como bien observa Bauman, la principal táctica de las instituciones es la huida, el escurrimiento( propio de un líquido), la mentira y el engaño, ya que no existe un compromiso activo y directo entre ellos y la vida de los ciudadanos. Además, con la instauración de estos“ amos ausentes”, la frontera entre correcto e incorrecto se disuelve, hay una variedad infinita de posibilidades 1.
La violencia y la impunidad se han ido introduciendo en el espacio público, logrando que las instituciones ya no sean ningún garante de respuestas, ni de diálogo y mucho menos de justicia. En los últimos años, sobre todo en América Latina y más específicamente en México, miles de familias, calles y voces se han visto marcadas por un vacío casi imposible de nombrar debido a que huele a muerte. Y no a un tipo de muerte cualquiera, sino a una muerte violentada y sobre todo diluida. Javier Salomón Reyes, Marco Ávalos y Daniel Díaz desaparecieron cuando regresaban a sus casas tras filmar un cortometraje en Tonalá, fueron interceptados por sujetos armados y secuestrados a la fuerza. No solamente fueron torturados física y emocionalmente por varios días, sino que, para borrar todo rastro, sus cuerpos fueron mutilados, colocados en barriles y disueltos en ácido. Con respecto a esta forma de asesinato, Adriana Cavarero nos dice:
“ La desfiguración del cadáver va más allá del acto de quitar una vida, es una violencia que no se contenta con matar“ porque sería demasiado poco” y al destruir de ese modo el cuerpo singular, constituye el acto total del fin no de la vida, sino de la condición humana” 2
La fiscalía del estado de Jalisco declaró que los responsables fueron integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación, debido a que“ confundieron” a los muchachos como parte del bando enemigo, mas es claro que las autoridades estuvieron implicadas para que tal suceso pudiera ocurrir con total impunidad. ¿ Acaso las instancias que son las responsables de administrar justicia, se han convertido en instituciones de muerte, engaño y desaparición? Tal pareciera que la política, la democracia, la justicia y estos ideales que permean en el discurso cotidiano han perdido su valor, han quedado reducidos a prácticas de simulación y de engaño donde solamente se gestionan para salvaguardar los intereses de unos cuantos. Que la fiscalía o un gobernante haga una declaración en nuestros tiempos, no es garante de nada. La verdad y la palabra quedan reducidas a una variedad infinita de verdades o mentiras, mezclándose, diluyéndose por su propia consistencia líquida y destrozando el tejido social de nuestro país.
Otro aspecto importante que se atribuye a este tipo de muerte es que, al haber diluido los cuerpos de estos tres jóvenes, se hace prácticamente imposible la realización de un entierro. Como dice Helí Morales, los ritos funerarios
14 Autarquía
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“ En la actualidad, las pautas y configuraciones ya no están“ determinadas”, y no resultan“ autoevidentes” de ningún modo; hay demasiadas, chocan entre sí y sus mandatos se contradicen, de manera que cada una de estas pautas y configuraciones ha sido despojada de su poder coercitivo o estimulante” Zygmunt Bauman, Modernidad Líquida, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2016, p. 6.