Audiovisuales
Cuando se me pidió que escribiera para este número de la Revista Autarquía
un artículo sobre el cine y sus dimensiones políticas, se me ocurrió ―así,
como “ocurrencia”, como idea inmediata y prematura, no digerida― redac-
tar una especie de panfleto proselitista que concluyera con algo como: “…y
por esto es que el cine sí sirve para pensar y/o tener impacto en la política”.
Sin embargo, la tarea de escribir un artículo sobre cine y sus implicaciones
políticas, es una tarea gradual que atañe al pensamiento; pensar el cine, la
política y la relación entre ambos. Y este ejercicio del pensar implica siempre
una depuración, depuración, por ejemplo, de las ocurrencias; resistencia ante
las tentaciones. Hacer un panfleto