Arte
escindido en polaridades, y el principio de unidad se ha vivido como una
aspiración y un pensamiento más que como una experiencia. El
hombre se ha acercado al mundo y a él mismo desde de
la dualidad: bien y mal, interno y externo, apolíneo y
dionisiaco. Así, hemos usado las dicotomías como
un punto de partida para poder nombrar al mundo
y reconocerlo, teniendo entendimiento de algo
siempre en relación con lo opuesto. La locura,
por ejemplo (no desde lo clínico, sino desde
lo sociológico), se revela como aquello que
se aleja de la cordura, la cual se construye
a partir del referente hegemónico. El que
sale del estándar es el loco.
En la sociedad, los individuos desempe-
ñan diferentes roles que se localizan en
un extremo de la polaridad. El artista,
por su parte, está inserto en la sociedad
como actor, pero, a la vez se le ha dado
un rango de movimiento en el que a par-
tir de su obra puede desplazarse dentro
del polo de la locura; y, vocacionalmente,
estirar los márgenes del polo de la sanidad.
Se debe considerar al artista necesariamente
en relación con su obra, pues es desde ésta que
ejerce su participación en el proceso de interacción
con las nociones de sanidad. Sin la obra, estaríamos
hablando del artista como individuo y como personaje.
No obstante, que el artista y su creación se desenvuelvan en el
contexto de la locura al situarse distantes de la norma y estirarla (ya sea a
través de la recreación del lenguaje o de la creación o reestructuración de la imagen o
de la forma) no es ninguna novedad. Cuando el arte dejó de ser imitación y se convirtió
en inspiración, en expresión interior, en subversión, naturalmente el rol del artista se
fue desplazando hacia el otro lado de la escala. Desde el ámbito de su locura, se ha en-
cargado de estirar los márgenes de la sanidad a partir de la interpelación del arte con lo
común. El espectador individual o el colectivo recibe la obra, y se puede gestar o no un
proceso reflexivo que conduciría a expandir los contornos de lo cuerdo.
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Autarquía
D esde el comienzo de las reflexiones sobre sí mismo, el hombre occidental se ha visto