Esto aparece ligado a la valoración positiva de la propia competencia y a las capacidades metacognitivas o de autorregulación. Educar para la diversidad expresa el matiz de educar para una convivencia democrática donde la solidaridad, la tolerancia y la cooperación estén presentes y caractericen las relaciones entre conocer a los alumnos dentro y fuera del aula.
Las escuelas inclusivas basan, por tanto, el curriculum y las actividades diarias de aprendizaje en todo aquello que se conoce sobre la buena enseñanza y el buen aprendizaje donde se busca formar al alumno de una forma justa y natural en un contexto donde las necesidades de cada alumno se puedan reducir las limitaciones funcionales y por lo tanto la discapacidad de las personas consiste en intervenir o prever servicios y apoyos que se centren en la conducta adaptativa y en el nivel del papel que se desempeña en la sociedad.”
La teoría sistémica, no sólo se debe considerar el microsistema escolar tal y como está configurado, sino que la educación formal debe tener en cuenta todas las influencias de enseñanza que recibe el alumnado a nivel de mesosistema, puesto que considera que la relación familia-escuela es fundamental. (La educación informal es aquella que recibimos a través del entorno y nuestra relación con él, la familia, el barrio, los iguales (influencias divergentes), y la educación formal, es la que recibimos a través de las instituciones educativas (influencias convergentes).
Jannet Alejandra lozano torres