pobre pago de derechos de autor ), irrumpió en la escena con lo que , engañosamente , pareció ser una rapidez revolucionaria . Mientras que el swing había constituido la expresión típica del jazz justo antes de la guerra , el nuevo estilo , conocido como bebop , era rápido , abrasivo y técnicamente tan desafiante que a consciencia disuadía de encararlo a los intérpretes aficionados . Al convertirla en un arte altamente exigente tanto para los intérpretes como para la audiencia , los afroamericanos volvían a apropiarse de su música . Llamar al período “ revolución ” del bebop no resulta del todo apropiado . El futuro empleador de Chet , Gerry Mulligan , explicaba a menudo en entrevistas que la nueva música era en realidad producto de una evolución , un regreso hacia los valores de la “ hot music ” ( el primer jazz ) ya evidente antes de la guerra en el trabajo del trompetista Roy Eldridge y el saxofonista Chu Berry , entre otros . Pero el bop llegó acompañado de su propia mística . La boina y la perilla de Dizzy Gillespie , la adopción irónica de una dicción inglesa forzada por parte de Charlie Parker , las excentricidades de Thelonious Monk , los demonios internos de Bud Powell , la tempestuosa personalidad de Charles Mingus : todo esto formaba parte de un nuevo paquete cultural y de una novedosa confianza cultural de estos músicos en sí mismos . Era asimismo parte de un desafío surgido entre afroamericanos que habían sacrificado mucho durante la guerra , para luego regresar a unos Estados Unidos que todavía los trataban como ciudadanos de segunda clase . El bop era una música desafiante y activista que no parecía encajar bien con la frescura hedonista del jazz de California . Dicho esto , la “ rivalidad ” entre Oriente y Occidente fue en gran parte la confección de un sello discográfico , una forma de capturar parte de la energía combativa de las viejas batallas entre bateristas y de las cutting sessions ( jam sessions donde unos músicos desafiaban a otros para ver quién tocaba mejor ). Estilísticamente había entre ambos estilos diferencias mucho más pequeñas de lo que podría suponerse , y California adoptó el bebop del mismo modo que lo hizo cualquier otra parte del país donde se promulgase el jazz moderno .
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