una cadenita de personas que ven el arte como locos.
Las primeras clases se me hicieron muy difíciles ya que me ponían lo básico, y yo no sabía nada y no tenía el talento pero mis compañeros eran muy rápidos y ágiles con la mano, hacían cosas bonitas pero no tan magnificas como lo que vi en el museo, mi dibujo fue mejorando con todos los ejercicios que el profesor me puso, todo era cuestión de práctica, le agradezco a mi profesor por todo el apoyo que me brindo. Un día nos anunció que iba a ver una galería de arte y ahí iban a ir unos jueces para un concurso, el ganador ganaría 1000 mil pesos, yo quería demostrar ahí mis nuevas habilidades en la pintura y que por su puesto me digieran que me hacía falta para mejorar y poder llegar a ser un gran pintor exitoso, así que decidí hacer un paisaje con lo aprendido, mis compañeros igual trabajaban duro, estábamos en guerra, no podía permitir que me ganaran después de mí arduo trabajo que tuve que ir mejorando poco a poco para esta clase de oportunidad y ahora que la tengo conmigo no la pensaba desaprovechar. Los artistas, acostumbrados a dibujar los más bellos paisajes, yo no encontraba un lugar tan magnífico como el que yo imaginaba, viendo que mi fama y mi talento no aumentaría. Todos tuvieron sus cuadros listos a media mañana, excepto yo, que a pesar de pensar lo mismo que mis compañeros sobre el paisaje, quise pintarlo lo mejor posible. Puse tanto esmero en mi trabajo, que al caer la tarde, cuando llevaba ya algunas horas