Arte Scoprire 1er Volúmen | Page 114

pintando en solitario, apenas había completado un pedacito del lienzo, me encontraba muy desanimado incluso pensé en dejar esta oportunidad que había esperado tanto, estaba a punto de darme por vencido cuando ocurrió algo maravilloso. Al ponerse el sol, las montañas crearon un increíble juego de luces con sus últimos rayos ayudadas por los reflejos del agua en un río cercano, un extraño viento que retorcía las nubes y los variados colores de miles de flores, dieron a aquel paisaje un toque de ensueño insuperable. Me quede maravillado con aquello tan hermoso que me había regalado la naturaleza y era perfecto para pintar, cada uno de sus detalles alimentaban mis ojos, era un atardecer que era tan bello que no podía dejar de verlo, una tarde perfecta diría yo, deseaba plasmarlo en un lienzo para poder presentarlo en el concurso, ese tipo de escenario ganaría, estaba seguro y con todo mi esmero estaría más que perfecto aquel cuadro de un atardecer perfecto, para crear el más bello cuadro del concurso. Yo no era tan hábil, ni tenía más talento que mis otros compañeros, ni ellos que yo, pero mi autoestima me engañaba. Al final, después de mucho tiempo, esmero, dedicación y esfuerzo, hice lo posible para que el cuadro saliera de lo mejor y superar a todas las personas que conformaban el concurso.

Al parecer todo iba bien, a mis compañeros y a mi profesor junto con las personas invitadas o que solo acudían a ver las obras les había encantado mi obra de arte, solo faltaba