Ecléctico
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RESTAURACIÓN Y ROMANTICISMO
La caída de Napoleón derribará el sistema creado en la Revolución Francesa, y la Restauración del antiguo
orden sustituyó al aparato del breve período imperial. No obstante, las cosas no volvieron a asentarse tal
como estaban en un principio: la burguesía, que se había alzado protagonista de las conquistas políticas y
económicas en el período revolucionario, asentará ahora su posición y se consolidará como clase rectora,
imponiendo sus gustos y preferencias.[3] Dichos gustos difieren de los ideales heroicos, abstractos y
severos del neoclasicismo, teniendo como primera manifestación propia el Romanticismo. Los burgueses
encontrarán en los artistas bohemios románticos la forma de evadirse, y a los artistas les gustará poder
disfrutar de las comodidades de la vida burguesa. Así pues, en este período de entre 1815 y mediados de
siglo, convivirán estas dos realidades. Al mismo tiempo, con la caída de Napoleón, surge un rebrote del
sentimiento religioso, que se manifestará artísticamente con sesgos románticos.
LA ARQUITECTURA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA Y EL SEGUNDO IMPERIO
En 1848 termina la época de las restauraciones en Francia, dando comienzo a la Segunda República, de la
cual será presidente el príncipe Luis Napoleón, que mediante golpe de Estado se proclamará emperador en
1852, comenzando el Segundo Imperio, que durará apenas 18 años.
La Francia del Segundo Imperio va a procurar dar una imagen de brillante y espectacular. El gusto de este
Segundo Imperio será, entonces, de gran pompa y fanfarria imperial, del agrado de los burgueses
enriquecidos. En este empeño en asombrar al mundo con el esplendor del país, y de su capital, París, muy
especialmente, se llevarán a cabo una serie de obras de enormes dimensiones, desde los ambiciosos
proyectos de la Ópera de Charles Garnier, la reforma de la catedral de Notre Dame de Viollet-le-Duc y la
ampliación del Palacio del Louvre de Visconti hasta los planeamientos urbanísticos de las calles parisinas
del barón Haussmann.
CARACTERÍSTICAS
La arquitectura ecléctica, toma sus raíces en la arquitectura historicista. Si la arquitectura historicista se
dedicaba más a imitar las corrientes de la antigüedad (como la grecorromana) y no a incorporarles
características de otras culturas o arquitecturas, la arquitectura ecléctica se dedica principalmente a la
combinación de corrientes arquitectónicas.
Así, su característica principal es la de combinar dos o más estilos arquitectónicos en una nueva estructura,
que a su vez, resulte algo nuevo, con características de las corrientes que toma, pero con otras nuevas.
El término de "arquitectura ecléctica" se aplica también de forma libre a la variedad de estilos surgida en el
siglo XIX luego del auge neoclásico. De todas formas este período pasó a denominarse como "historicista"
con el paso del tiempo.
En las últimas décadas del siglo XX se desarrolló, por otra parte, un nuevo auge del eclecticismo, de la
mano de los conceptos del postmodernismo. Se ha denominado a esta corriente "neoecléctica".
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