HUELGA DEL 14-D
Precisamente, en defensa de los trabajadores, la UGT se siente incomprendida al no ser
correspondido por el gobierno el sacrificio de los trabajadores y el esfuerzo de los
sindicatos, en una etapa dedicada a modernizar y reformar las estructuras económicas y
sociales, lo que se llevó a cabo a través del diálogo y de la concertación social en base a
“Grandes Acuerdos” con los empresarios y en alguna ocasión con el gobierno.
Debemos recordar que el PSOE había ganado las elecciones generales en 1982 bajo una
campaña electoral fundamentada en el cambio (“Por el cambio”) y acometió de entrada la
profundización de las libertades y la reforma de las estructuras económicas y sociales
encaminadas a modernizar el país.
A ello colaboró la UGT aceptando en los primeros años de la década de los 80, con
lealtad, la flexibilización del mercado de trabajo, así como un duro ajuste industrial y de
salarios justificado por la situación crítica de la economía española, esperando recuperar
más tarde una parte de los beneficios que se generarían por un mayor crecimiento de la
economía.
Sin embargo, eso no ocurrió, y además se
comprobó que el gobierno defendía una política
sociolaboral que exigía una permanente demanda
de contención salarial, planteaba duras propuestas
que chocaban con las demandas sindicales y
exigía un apoyo incondicional a su política
económica y social: la desregulación del mercado
de trabajo; la reconversión industrial; los
incumplimientos del AES, firmado en 1984; la
reforma de la seguridad social, en el año 1985; y el
referéndum de la OTAN, en 1986; son cinco
motivos de grave confrontación.
Además de estas medidas impopulares, lo que
preocupaba a los responsables de UGT era el tono
con que eran tratados los sindicatos en las altas
esferas del gobierno: La visión creciente de los
sindicatos como organizaciones opuestas al
progreso social; como grupos de presión a los que
había que limitar su capacidad de acción.
Todo ello unido a un discurso sobre el fin de la
clase trabajadora en un mundo post- industrial,
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Causas: la desregulación
del mercado de trabajo, la
reconversión industrial, los
incumplimientos del AES,
la reforma de la seguridad
social y el referéndum de la
OTAN…
Además, el tono con que
eran tratados los sindicatos en las altas esferas
del gobierno. Y el discurso
sobre el fin de la clase
trabajadora en un mundo
post- industrial, defendiendo que las clases medias
profesionales abandonaran
la alianza con la clase
obrera