Argumentos Socialistas Nº 3 Noviembre - Diciembre 2013 | Page 31
a partidos conservadores, pero actuando en todo caso conforme a la libertad de elección
que practican los ciudadanos, sean cuales sean sus creencias en el marco de un sistema
democrático. Desde luego sería también un propósito extraño a nuestra historia
como partido laico que ahora se resucitara tal consideración especialmente
valorativa sobre el “voto católico” al PSOE y se incorporara como elemento para
organizar y orientar la vida política interna y las decisiones políticas del PSOE,
como hace la parte de la Ponencia de la Conferencia Política dedicada a la laicidad del
Estado y relaciones con las confesiones, cuando afirma enfáticamente que “En la
sociología religiosa el PSOE es el partido que más se parece a España, siendo notable la
intersección entre voto católico y socialista”, y realiza una interpretación posiblemente
sesgada para fundamentar esta línea de colaboración de una encuesta realizada por el
CIS en 2008, de lo que posteriormente deduce que “el campo de colaboración de los
socialistas con las personas y grupos religiosos es
inmenso”. Tal encuesta puede ser leída y valorada Aún está pendiente en
de dos maneras diferentes: 1)el voto al PSOE es
nuestro país el
mayoritariamente católico, del 73,95%,. suma de
despliegue sin cortapisas
católicos practicantes -20,65- y no practicantes -53,3de la laicidad del Estado,
, frente a un
24% de no creyentes o indiferentes; o bien, 2) el voto reconocido como uno de
al PSOE es minoritariamente católico, de un 78,70 %, los principios de la
suma de católicos no practicantes - 53,3-, no vigente Constitución
creyentes -15,65- e indiferentes -8,35-, frente a un
20,65% de católicos practicantes que, no obstante, habitualmente se saltan las
orientaciones de los obispos en las campañas electorales y votan al margen de directrices
eclesiásticas.
La Laicidad constitucional de nuestro Estado está imitada por los
Acuerdos suscritos con la Santa Sede en 1979. La sociedad española ha
cambiado sustancialmente desde la fecha de su promulgación, porque la profunda y
rápida secularización y el ejercicio de sus libertades y derechos democráticos por los
ciudadanos ha generado una amplia diversidad de creencias y de opciones religiosas
morales, inexistentes en enero de 1979. Por ello existe una amplia base jurídicoconstitucional y sociológica para culminar la construcción de aquella parte del edificio de
la laicidad del Estado que aún queda pendiente .Ello requiere la derogación de privilegios
y la eliminación de factores de discriminación que todavía perviven en espacios públicos,
legales e institucionales limitando el alcance de la libertad igual de conciencia y religión.
Las raíces de este problema son varias. Además de la pervivencia de restos de una
prolongada y vieja confesionalidad basada en la deliberada renuencia o en la
costumbre, e incluso la mera ignorancia, sobre el alcance de la laicidad del Estado,
el obstáculo fundamental reside en importantes cláusulas de los Acuerdos
suscritos con la Santa Sede. La efectividad de la laicidad contenida en nuestra
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