Argumentos Socialistas Nº 0 MAYO 2013 | Page 12

A fondo
parece impracticable e indeseable. En cuanto a su viabilidad, hoy día parece muy difícil, pues las fuerzas que respaldan la libertad de propiedad de los medios de producción, cuentan con un poder militar y policiaco abrumador a escala nacional e internacional, y en este punto existe una propensión comprobada hacia la cooperación transnacional. Respecto a la deseabilidad de esas fórmulas, la experiencia social ha mostrado que el camino democrático ha conseguido cotas comparables en igualdad social al socialismo de Estado, con un coste muy inferior en términos de libertad y de violencia. Entre otras cosas, el socialismo de Estado ha mostrado algo que de algún modo ya estaba previsto en el marxismo, y es que las relaciones de dominación, e incluso la explotación( bajo la fo rma de parasitismo y privilegios), tienden a surgir también en la propiedad colectiva y en el Estado socialista.
LA DIMENSIÓN INDIVIDUAL Y SU COMPENETRACIÓN CON LA SOCIAL
En lo que respecta al socialismo democrático y la socialdemocracia, se inscribieron en una dirección abierta por el Liberalismo político. De ahí la expresión de Indalecio Prieto:“ Soy socialista a fuer de liberal”. De todos modos, conviene hacer ciertas precisiones: el Liberalismo político había afirmado la importancia del individuo, podría decirse que“ frente al Estado y en el Estado”. Para el Socialismo democrático, en eso había mucho de legítimo, si bien algo de discutible, pues el ser humano tiene una consistencia individual, pero también social, y eso es patente en su concepción misma, y en su desarrollo incluso desde antes de su nacimiento. De todos modos, es bueno que el individuo sea reconocido como anterior a la organización política. Por ello, es también apropiado que se tenga una concepción contractualista de dicha organización política, e incluso se fije por escrito una constitución que se funde sobre el reconocimiento de derechos. Los fijados en una primera etapa fueron de tipo civil y político. Ahora bien, la economía se ha hecho tan compleja e interdependiente, y la acumulación de capital tan concentrada, que el contrato social debe extenderse a la distribución de rentas y de oportunidades. Por ello, junto a los derechos c iviles y políticos, deben reconocerse otros de tipo económico y social.
Lo dicho implica que la socialdemocracia, e incluso el socialismo democrático, pueden entenderse en línea con el Liberalismo político. Ahora bie n, hay otra dirección política que emerge
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