ARDIENTE PACIENCIA - ANTONIO SKARMETA | Page 74

Antonio Skármeta -Te pusiste el gorro de cartero, ¿eh? Mario palpó algunos segundos la dura armazón de su fieltro, como si quisiera comprobar que en efecto cubría su pelo, y con un gesto desdeñoso se tiró la visera sobre los ojos. -De ahora en adelante hay que usar la cabeza sólo para cargar la gorra. El soldado se humedeció los labios con la punta de la lengua, se puso entre los dos dientes centrales un nuevo cigarrillo, le retiró un instante para escupir una dorada fibra de tabaco, y estudiándose los bototos, le dijo a Mario sin mirarlo: -Échate el pollo, cabrito. 74