pudo soslayar la situación . Mandó al chofer que se estacionara y la ayudara a separarnos , pues no se creía capaz de entrar a saco en un pleito de publicanos y fariseos . Yo apretaba con más fuerza . Las españolas restantes intervinieron ; me tapaban la nariz , me hacían cosquillas . Yo apretaba con más fuerza y Rosa aullaba sin pudor alguno ; tampoco intentaba defenderse , sólo suplicaba que dejara de martirizarla . Por fin , tuve que respirar y la solté . Estrellita la consoló entre sus brazos en tanto me reprendía con toda clase de amenazas . Ni siquiera me importó , había triunfado y me auto reconocía del camión y jamás se buenas mexicanas , manifestaron una disimulada solidaridad y una tibia simpatía aunque las hubiera liberado . Hasta Pepa Pineda se limitó a sonreírme procurando no ser muy notable . Protagonista metería de una otra vez hazaña . Rosa no conmigo . Regresé volvería a con mis encarnar al compañeras demonio que , Al llegar a mi casa , Estrellita condenó mi salvajismo y puso a la luz del farol que había en el portón la prueba irrefutable , el cachete magullado de Rosa , ante mis padres , que quedaron atónitos . Mi madre no supo qué responder ; mi padre prometió hablar conmigo . — Lo seguí hasta la sala , nos sentamos cada uno en un sillón y expliqué lo sucedido . se —… es que acabo de honrarte . A mi padre se le extendieron los labios con una sonrisa lozana y en la pupila le revoloteó una chispita juguetona . Sacó un billete de cincuenta pesos y me lo dio para que se me pasara la bilis pensando en gastarlo . Durante los minutos iníciales de la próxima lección , acabara de conocerme y mi persona le inspirara el tema que capitales y su contrapartida , las siete virtudes . Contra ira , humildad , sentenció . Y dirigiéndose a mí : Estrellita me debía tratar : paciencia . observó como si los siete pecados Contra soberbia , —¿ Sabes cuál es el castigo destinado a los soberbios ? — Dijo algo irónico , y añadió misteriosa como sibila —: Los denigra la Divina Providencia … Había una muchacha de vida fácil que al caminar saltaba e imitaba a un conejo , igual que tú , para que sus rizos parecieran tirabuzones . ¿ Imaginas qué le ocurrió ? — Con un movimiento contesté negativamente , víctima del terror —. Pues bien , una mañana se contemplaba frente al espejo y vio la belleza de su abundante cabellera negra adornando la propia calavera … Sin responder , instintivamente me puse las manos sobre la cara y comprobé que todavía no eran huesos mondos y lirondos . — Y de la muchacha de vida fácil — continuó Estrellita con un susurro casi inaudible de tan finito y tembloroso —, supimos que se trasquiló a rape como pelona de hospicio y se escondió en un agujero . El paréntesis alusivo encontró epílogo en el coro de vocecitas que repetían incansables : contra gula , templanza ; contra ira , paciencia ; contra lujuria , castidad ; contra avaricia , largueza ; contra pereza , diligencia ; contra soberbia , humildad ; contra envidia , caridad . Y los ecos retumbaban por las paredes y salían al jardín y trepaban hasta las cornisas afrancesadas y brincaban hacia las copas de los árboles y se perdían entre los arriates sembrados de florecitas de san Juan . Cuando entendimos que en el Infierno los pecadores sufren castigos eternos y en la Tierra algunos reciben su merecido , que Luzbel anda suelto y dispuesto a pegarle sustos a cualquiera , que las ánimas regresan del Purgatorio arrastrando cadenas , símbolo de ataduras mundanas , llegó comunión y su arzobispo María Martínez , pompa y todo su ofició en olorosa a nardos y claveles , convertida en ascua a la vera del Paseo de la Reforma . Me pusieron un vestido de organiza lleno de alforjas , botoncitos y rejillas . Mi abuela me la primera con toda su ritual .