Aprendiendo MX Septiembre 2025 | Page 8

Durante una ceremonia, el participante se enfrenta a un momento decisivo: entregarse al proceso o resistirse.“ Cuando te entregas, permites que la medicina actúe en tu cuerpo, mente y emociones. Si te resistes, bloqueas lo que necesitas recibir. El Kambo no es entretenimiento, es trabajo personal, y a veces duele. Pero en ese dolor está la posibilidad
de sanar”.
Riesgos y regulaciones
Como ocurre con muchas medicinas ancestrales, el Kambo se encuentra en una zona gris en cuanto a regulación. En algunos países no existe un marco legal ni cultural que garantice prácticas seguras, lo que ha dado pie a que aparezcan facilitadores improvisados que ofrecen ceremonias sin la preparación necesaria.“ Hoy cualquiera puede ponerse el título de chamán o facilitador. Algunos ofrecen experiencias atractivas para turistas, pero eso no garantiza seguridad ni acompañamiento real.
El Kambo no es un espectáculo. Es un proceso que requiere conocimiento, protocolos de seguridad y un espacio de respeto. La diferencia entre una sesión profesional y una improvisada es enorme, y puede marcar el rumbo del resultado”, adviertió. Por ello, recomendó siempre buscar practicantes certificados y organizaciones que trabajen con responsabilidad. La integridad física y emocional del paciente debe ser lo primero. A pesar de su creciente popularidad, insistió en que el Kambo no debe confundirse con una tendencia pasajera.“ Al final del día, nosotros somos la medicina. El Kambo solo viene a recordarnos esa verdad. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de sanarse a sí mismo, lo que en ciencia se llama homeostasis. Pero vivimos en un mundo donde constantemente estamos en modo alerta, con miedo y estrés. Eso nos desconecta de nuestro estado natural, que es la paz y el equilibrio”, puntualizó.
Aprendiendo 8