Aportes para Pensar la Salud de Personas Trans.pdf | Page 25

CAPÍTULO 02 BUENAS PRÁCTICAS E INFORMACIÓN Tomando como principio fundamental la Ley de Identidad de Género y Atención Integral para las Personas Trans en los Sistemas de Salud, recientemente aprobada, les proponemos una serie de recomendaciones para empezar a reflexionar y a transformar la atención de las personas trans en el sistema de salud, entendiendo por “sistema de salud” a hospitales nacionales, provinciales, municipales, salas de primeros auxilios, clínicas y consultorios privados y todo aquel ámbito donde se ejerzan prácticas que tengan incidencia en la salud: El sistema de salud debe informar y capacitar a las personas que trabajan en las diversas instituciones que lo constituyen sobre la Ley de Identidad de Género y sus alcances, educando especialmente para evitar la discriminación. Las organizaciones de la sociedad civil que trabajamos por los derechos LGTBQ nos ofrecemos para articular y generar talleres y espacios de sensibilización y concientización que apunten a lograr buenas prácticas antidiscriminatorias. Una de las primeras cosas que debe tenerse en cuenta en esta línea es nombrar a las personas por el nombre y en el género de elección, incluso antes de que se haya tramitado –si se deseara- el cambio en el Documento Nacional de Identidad (DNI). En ese sentido, es importante llamar a lxs pacientes por el apellido, para evitar confusiones y exposiciones humillantes en las salas de espera. También es importante dejar de dar por sentado que todxs lxs pacientes son heterosexuales y habitan el género asignado al nacer y que sus familiares también lo son, especialmente para no incomodar o afectar a niñxs y jóvenes. En este sentido, es importante volver a pensar los cuestionarios, protocolos y fichas a partir de las cuales se recauda información de lxs pacientes y desnaturalizar sus preguntas para volverlas más efectivas y ajustadas a cada caso. Esto permitirá no sólo un trato mucho más digno sino un diagnóstico más acertado. Recordemos como ejemplo que en nuestro país muchos hospitales y clínicas siguen discriminando y estigmatizando como “grupo de riesgo” a “hombres que tengan sexo con hombres” a la hora de donar sangre9. 1 Generar ámbitos de capacitación sobre tratamientos hormonales y “cirugías de reasignación genital” para los servicios médicos. Para estos encuentros es importante consultar y contactar con lxs profesionales que ya vienen trabajando e investigando sobre la temática, tanto del exterior como equipos interdisciplinarios argentinos, pero fundamentalmente con organizaciones sociales trans que se sostienen en la línea que habilita la ley. Este punto es de vital importancia ya que hay que entender y tener en cuenta que los tratamientos son personales e individuales. Esto implica, por un lado, que en cada caso pueden variar las dosis, los efectos y las reacciones debido a que cada organismo es único y, por el otro, que no todas las personas buscan los mismos resultados. En ese sentido, es fundamental que lxs profesionales de la salud entiendan que lo que garantiza esta norma es el derecho a la construcción personal tanto del género como del cuerpo y, así, su intervención debe acompañar pero no determinar los deseos personalísimos de lxs pacientes. Esto hay que tenerlo en cuenta, también y muy especia