Aportes para Pensar la Salud de Personas Trans.pdf | Page 15

producción cultural. Freud considera la bisexualidad como una condición natural del ser humano, siendo la cultura la que termina por orientar y modelar las prácticas y los deseos de las personas. En este sentido, se apartó de la afirmación de que tanto la “homosexualidad” como la “transexualidad” sean innatas. En varias oportunidades Freud se declaró en contra de criminalizar o penalizar la “homosexualidad”, llegando a enfrentarse con otrxs miembrxs de la Asociación Psicoanalítica Internacional (International Psychoanalytical Association - IPA), entre ellxs Ernest Jones, que abogaban para que no se les permitiera ejercer la práctica psicoanalítica a lxs “homosexuales”. Fueron sus discípulxs quienes, finalmente, lograron esta exclusión discriminatoria y estigmatizante. En 1948 Alfred Kinsey publica El comportamiento sexual en el hombre. Este informe, elaborado a través de entrevistas a cinco mil trescientos varones, escandalizó a la sociedad norteamericana al mostrar que la mitad de los encuestados habían tenido al menos una experiencia “homosexual” (en el plano de la acción o de la fantasía), siendo frecuente haber tenido más de una. Por lo tanto, este tipo de sexualidad no era excepcional ni minoritaria, lo que indicaba que la “homosexualidad” en sí no podía sostenerse como índice de patología mental, tal como proclamaban muchxs de sus colegas. Después de la publicación del Comportamiento sexual en la mujer en 1953, elaboró la Escala de Kinsey para medir la relación heterosexualidad-homosexualidad en las prácticas individuales. En ella el grado 0 manifestaba una heterosexualidad exclusiva y el 6 una homosexualidad dominante. Kinsey afirma que la mayoría de las personas se encontraban dentro del número 1 o 2. En el año de publicación de su informe sobre el comportamiento sexual de los hombres, Kinsey le presentó al médico alemán Harry Benjamin –que participaba en los congresos de Magnus Hirschfeld y Albert Moll a pesar de su interés exclusivamente endocrinológico- unx niñx trans que fue presentadx como “un niño que aseguraba ser una niña” y había sido llevadx a la consulta por su madre en busca de ayuda. Benjamin comenzó a tratar a lx niñx con estrógenos e introdujo en 1952 el término “transexualidad” en la comunidad médica. Dentro de esta nueva teorización, quienes sean diagnosticadxs bajo esta noción son presentadxs como sujetxs que necesitan una reasignación o cambio de sexo mediante una combinación del tratamiento hormonal, la intervención quirúrgica y la modificación de su identidad civil en la justicia. Ya desde los inicios del siglo XX se habían producido los primeros intentos fracasados de operaciones de “cambio de sexo” y se realizaron posteriormente experimentos con hormonas para propiciar la transformación de los caracteres sexuales, entre ellos en los campos de concentración nazis. En 1930 en Dinamarca se había despenalizado la “castración terapéutica”. Ese año se produjo una de las primeras operaciones registradas de “cambio de sexo”, lx de lx artista danesx Einar Wegener realizada por Hirschfeld. Wegener falleció al poco tiempo por las secuelas de la cirugía. En 1952 se llevó a cabo en Copenhague la primera operación exitosa a Cristine Jorgensen, que se dio a conocer públicamente y tuvo repercusiones mundiales. Jorgensen fue elegida “Mujer del año” en 1954. Ese mismo año Benjamin presentó en la comunidad médica el caso de lx niñx como el de niño que se autopercibía como niña, exponiéndolo como un problema físico, endocrinológico, que se produciría durante la gestación, desestimando los factores psicológicos, culturales y sociales. De acuerdo con esta perspectiva, no se corresponde la diferenciación sexual en los niveles neurológico y anatómico, produciendo que haya una disociación entre lo cerebral, que pertenecería a un género, y lo físico, que se definiría en el