Aportes para Pensar la Salud de Personas Trans.pdf | Page 13

En este contexto de transformaciones sociales y políticas de la modernidad, surge la “identidad homosexual” entre la criminalización, la patologización y la transgresión a las normas como lucha política por el acceso pleno a la ciudadanía. En 1794, siguiendo a Francia y a Austria en las tendencias de la Ilustración, Prusia adoptó el artículo 143 por el que la pena de muerte que pesaba sobre la “sodomía”3 se transformó en cárcel de seis meses a cuatro años y la suspensión temporal de todos los derechos civiles. La acusación de sodomía era frecuente en la Edad Media, también, para punir las prácticas sexuales con mujeres de aquellas personas cuya construcción identitaria masculina desafiaba la atribución femenina de su genitalidad, por ejemplo la condena a Eleno de Céspedes en 1588. En 1810 con la formulación del Código Penal Francés se despenaliza esta práctica sexual junto con otras, ya que se consideran delitos sólo aquellos actos que perjudiquen a terceros. A través de sus conquistas, Napoleón exportó sus códigos, llevando la despenalización, entre otros, a los Países Bajos y a Baviera. Preocupado por este avance, el gobierno prusiano se vio obligado a justificar el artículo 143 para que no desapareciera con la creación del Imperio Alemán. Se convocó, entonces, a un grupo de médicos conocido como Deputation für das Medizinalwesen (Diputación para las Ciencias Médicas) que en su informe de 1869 se declararon “incapaces de encontrar razones por las que, mientras que otros tipos de fornicación no aparecen en la legislación, se castigue el sexo con animales o entre hombres”. Sin embargo, en 1872 se sancionó el artículo 175 del nuevo Código Penal del Imperio Alemán que prácticamente transcribe el 143 de la vieja legislación, disminuyendo solamente el tiempo de las penas. Esto hizo que en el último tercio del siglo empezaran a surgir iniciativas que luchaban por la despenalización de esta práctica, iniciándose con acciones aisladas e individuales de los que se conocen como los primeros activistas: Heinrich Hössli (1784-1864), Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895) y Károly Mária Kertbeny (1824-1882). Ulrichs, un importante jurista, en 1854 renunció a su puesto y envió, entre 1862 y 1863, una serie de cartas a sus familiares y allegadxs explicando su preferencia por “amar a hombres”, protagonizando así el primer “coming out” o “salida del armario” conocido en la historia. En estas cartas usaba como estrategia presentarse como una naturaleza diferente, ya que la base jurídica y moral para la persecución se relacionaba con considerar estas prácticas sexuales como antinaturales. Con su apelación a la idea de naturaleza intrínseca intentaba demostrar que sus actos no respon