3 – El sabor de la influencia
Conferencia entre altas personalidades de las grandes potencias europeas ocurrida en Viena, Austria, entre 1814 y 1815, para rediseñar el mapa político europeo con la derrota de la Francia napoleónica. Fue considerada la más importante reunión política europea y la más espléndida. Goldstein( 1995: 693) dice que Talleyrand era un diplomático astuto que se dio cuenta de la importancia del buen gusto“ no sólo en las negociaciones sino también en la mesa”. Daniel Rose( 1985) muestra un episodio peculiar que involucra a los diplomáticos del Congreso de Viena y a la gastronomía cuando los negociadores tomaban partido por quesos específicos. Lord Castlereagh elogiaba el queso inglés Stilton; Nesselrode, el Emmenthal; Falk, el Edam holandés; Alvino, el italiano Strachino; mientras Talleyrand se quedó en silencio hasta que un mensajero llegó con un Brie de Meaux y nadie dijo nada más.
Pero Daniel Rose va más allá cuando hace comentarios detallados sobre un menú preparado por Careme para los participantes del Congreso de Viena en una de las reuniones. De acuerdo con Rose( 1985) durante el congreso, Careme se quejaba de que la carne local( austríaca) era deplorable, pero decía que las perdices eran excelentes, de modo que eso determinó el plato principal. Al pescado rodaballo( pregado en portugués y turbot en inglés) lo llamó pescado real y a la pularda( polla criada en condiciones especiales para que engorde) a la reina la llamó plato noble. La jalea y el pudding Nesselrode( Un tipo de pudin de castañas y frutas secas embebidas en marrasquino bautizado en homenaje al Conde Karl Robert Nesselrode, Ministro de Asuntos Extranjeros del Zar) eran casi su marca registrada. El caviar honraba al Zar Alejandro I y el foie gras a Robert Stewart, segundo marqués de Londonberry conocido como Visconde de Castlereagh. Entre los vinos elegidos estaba el sekt( denominación alemana para el espumante de uvas blancas) proveniente de las propiedades ancestrales de Klemens Wenzel von Metternich. Entre los tintos, el Rothschild, en reconocimiento de Nathan Rothschild al congreso en nombre de la libertad de los judíos; el Romanée Conti, por ser uno de los favoritos de Talleyrand; y el Chateau d ' Yquem, vino de Michel Eyquem de Montaigne, considerado santo patrono de los diplomáticos, escritores y entusiastas de la mesa.
Observando el menú de vinos y quesos ofrecido a los congresistas se ven productos con indicaciones geográficas, íconos de calidad y status, que se han dado a conocer por medio de los viajes. Además, se observa la preocupación de Careme por ser diplomático, agradando a todos los congresistas por medio de los alimentos y bebidas que representaran a las naciones presentes en el Congreso de Viena.
En los últimos años la diplomacia culinaria ha sido explotada en eventos no sólo diplomáticos. En el uso de la diplomacia culinaria se han destacado el sudeste asiático, Sudamérica, Europa y Norteamérica, y tal vez la misma haya cobrado fuerza con el Club des Chefs des Chefs, un proyecto que reúne chefs de cocina que sirven a los jefes de Estado y
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