23 – En busca de una experiencia innovadora
A diferencia de las Ferias de Arte Internacionales más ligadas a las esferas del mercado y el coleccionismo, las bienales se estructuran en torno de núcleos conceptuales propuestos por la curaduría, que suelen enunciarse en el propio título de cada edición, y que intentan ofrecer una visión crítica y reflexiva acerca del estado de las cosas en ese momento particular, o como proyección del mismo en futuros próximos. De esta manera una bienal es un hecho que debe trascender la instancia artística para proyectarse directamente en la esfera social y cultural y, para lograrlo, activa mecanismos y metodologías que exceden lo meramente expositivo. Entre las Ferias de Arte Internacional más importantes figuran ARCO( Madrid, España), FIAC( París, Francia), Art BASEL( Basilea, Suiza), Art Frankfurt( Alemania), entre otras.
Como se puede apreciar, las características de una Bienal de Arte encajan de manera llamativa con las nuevas necesidades que se manifiestan en el campo gastronómico. Una Bienal se despliega a lo largo de la ciudad o ámbito geográfico, interviniendo el paisaje, su entorno y la trama urbana. Durante el período de producción, la organización genera las condiciones para que los artistas cuenten con la participación y colaboración de los vecinos, artistas locales, alumnos y docentes locales. Las bienales se entrelazan, además, con aportes vinculados a las efemérides locales e internacionales, los años internacionales, así como todo otro estímulo que se enlace temporal o espacialmente con la temática de la bienal.
Una de las formas que las Bienales tienen para posicionarse en el mercado y lograr cumplir sus objetivos más allá del arte, es enlazar el arte con el entorno, la política con la poética, y la ecología con la tecnología. Dicho enlace se construye desde los dispositivos de la propia muestra y desde el planeamiento de acciones a través de un programa pedagógico.
La relación que pueda establecerse con el público en general se enriquece y amplía mediante lo que habitualmente se denomina Proyecto Pedagógico o Programa Educativo. En este sentido una bienal se acerca más a los propósitos de un museo en términos metodológicos de transferencia, que a otros espacios de exposición. Si bien un museo posee un staff estable en su área educativa, los dispositivos que se implementan son similares a los de una bienal: visitas guiadas, actividades de taller vinculadas a lo expuesto, ciclos de conferencias, seminarios y cursos.
Sería correcto afirmar entonces que las bienales contribuyen a la construcción del saber mediante la reflexión sensible y crítica que se espera que las obras y los artistas estimulen. Este vínculo entre lo educativo y lo artístico varía su intensidad según cada bienal y cada edición, dependiendo de las propuestas y las características de los curadores, si bien podría afirmarse que en los últimos años, al menos para las bienales latinoamericanas, se tiende al fortalecimiento de este vínculo y la dilución de los límites entre una y otra esfera. Esta situación prolonga en su dimensión temporal a las bienales, pudiendo ofrecer actividades pre y post muestra.
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